Albero Bajo sigue siendo estos días un lugar de encuentro, convivencia y diversión, gracias a la celebración de sus fiestas en honor de la Virgen de la Rosa. A pesar de la lluvia, han sido muchos los que este domingo han asistido a la celebración de la misa y después, al vermú popular. La procesión ha tenido que ser suspendida a causa de la climatología.
La celebración religiosa ha sido especial por un doble motivo: rendir honores a la patrona y despedir al sacerdote, Ignacio Piñar, que deja la localidad tras cuatro años. Al finalizar la misa, el párroco ha sido obsequiado con una jota alusiva, con el fin de agradecer su cercanía y dedicación. De hecho, su autor e intérprete, Isaías Fernández, lo ha definido como un hermano.
Por la tarde, la jornada incluirá una gran chocolatada en las piscinas y mañana, lunes, y como despedida, habrá campeonato de futbolín y cena popular. La alcaldesa del municipio, Rebeca Rodríguez, ha realizado un positivo balance de las fiestas, que, según ha explicado, están resultando muy participativas, lo que favorece la unión, diversión y convivencia de vecinos, amigos e hijos del pueblo.