Juan Naya, delante de la portada con las 13 arquivoltas de la iglesia del monasterio de Sijena.
Desde 2019, Juan Naya, natural de Villanueva de Sijena, es el máximo responsable del Instituto de Estudios Sijenenses Miguel Servet. El astrofísico y en la actualidad, consejero delegado de una reconocida farmacéutica es además el impulsor, coproductor y protagonista de la película ‘El sueño de Sijena’, donde narra el proceso de recreación virtual de la sala capitular del monasterio, un anhelo con el que comenzó a fabular siendo tan solo un niño y que ha logrado hacer realidad.
Se cumplen 470 años de la muerte de Miguel Servet. ¿Cuál es su definición de quién fue y qué legado nos dejó?
Miguel Servet es, a nivel histórico, uno de los grandes humanistas del siglo XVI de España. Fue un ejemplo, una persona del Renacimiento que pudo aportar en los temas más relevantes de su época. Como teólogo, en la reforma y contrarreforma; como médico, en el despegue de la anatomía moderna, descubriendo la circulación menor de la sangre y en el ámbito de la geografía, contribuyó a editar los nuevos mapas del mundo. También su parte más personal fue un ejemplo de vida, como persona perseguida por su forma de pensar, tanto por católicos como por protestantes y que es condenada a muerte por sus ideas. Su defensa de lo que él creía que era correcto en un mundo de intolerancia y donde la libertad individual quedaba por debajo del dogma colectivo, nos deja un legado y un ejemplo del inicio del movimiento por la libertad de conciencia, que después impacta hacia la Ilustración, la Revolución Francesa, etc. Podemos poner a Servet como punto de cambio en una sociedad que avanzaba.
¿Cuál cree usted que fue su gran aportación?
El ejemplo de la defensa de las ideas y de la tolerancia. En una sociedad como la de hoy, que estamos viviendo tantos cambios, con un covid de por medio y guerras entre culturas, yo creo que el legado de Servet está más vivo que nunca. La tolerancia de las ideas y libertad de pensamiento; ese es su gran legado.
Aunque tenemos calles, parques y hospitales con el nombre de Miguel Servet, ¿se trata de una figura suficientemente conocida? ¿O nos quedamos en lo superficial?
Yo creo que es un gran desconocido. Primero, porque murió quemado en la hoguera, era un hereje para católicos y protestantes y su figura y obras han sido olvidadas durante siglos. De hecho, la primera biografía de Miguel Servet, que data de principios del siglo XVIII, viene de una revista inglesa bajo el título ‘Una historia jamás contada’ y Voltaire, uno de los padres de la Ilustración, lo rescató del olvido, lo devolvió a la vida. Es a partir del Siglo XVIII cuando se empieza a hablar de él, y no es hasta el siglo XX cuando se le empieza a dar la relevancia que ha tenido. Hay muchos edificios públicos con su nombre, pero la sociedad no conoce el ejemplo tan extraordinario que Servet nos ha dado.
¿Cómo intentan cambiar esta realidad desde el organismo que dirige?
Desde el Instituto de Estudios Sijenenses Miguel Servet, tratamos de divulgar y promover su legado a través del apoyo a publicaciones de libros, realización de conferencias, difusión a través de prensa y creando un espacio donde las personas que tengan un interés puedan venir y reunirse.
«Miguel Servet es una figura al alza, necesitamos más personas como él, es decir, referentes que nos inspiren»
¿Por qué es importante trasmitir y divulgar el legado de Miguel Servet? ¿Y cómo se puede enganchar a los más jóvenes?
Miguel Servet es una figura al alza, necesitamos más personas como él, es decir, referentes que nos inspiren. Iniciativas como la del cómic, obra recientemente publicada del guionista Javier Marquina y el ilustrador Roberto García Peñuelas, pienso que es una muy buena manera de llevar a Servet a un nivel más cercano, más fácil de entender, ya que comprender su pensamiento tan avanzado puede ser complejo y requiere de cierta preparación. Creo que poder conocer a Miguel Servet a través de medios un poco más accesibles y cercanos es una buenísima manera de que los jóvenes puedan conectar con la figura. A partir de ahí, espero que a futuro puedan surgir otro tipo de contenidos que acerquen a Miguel Servet a todo el mundo, como podcast sobre historia, películas, o series, contenidos más adaptados a la sociedad en la que vivimos.
¿Quién fundó el Instituto de Estudios Sijenenses Miguel Servet y cuál ha sido su evolución a lo largo de los años?
El instituto fue fundado por Julio Arribas Salaberri, hace casi 50 años. Se fundó como un centro para la difusión y estudio del legado de Miguel Servet y también del Monasterio de Sijena, de ahí su nombre: Instituto de Estudios Sijenenses Miguel Servet. Estos dos ejes, Sijena y Servet, son dos de los elementos más importantes en la cultura y el patrimonio que tenemos en Villanueva de Sijena. Desde el instituto, se han ido desarrollando proyectos a lo largo de los años, evolucionando y realizando publicaciones y numerosas conferencias. Actualmente estamos a punto de lanzar una nueva publicación sobre el Monasterio de Sijena.
Desde 2019, usted está al frente de este organismo, ¿qué le animó a asumir este cargo?
Como villanovano siempre me he sentido muy vinculado con el Monasterio de Sijena y con Miguel Servet. De hecho, en 2006, organicé un congreso internacional sobre Miguel Servet, al cual asistieron más de 30 conferenciantes de 13 países diferentes. Es un personaje que siempre me ha fascinado, así como el Monasterio de Sijena. Los llevo muy dentro y les he dedicado muchos años de mi vida y, en 2019, el alcalde José Jaime Castellón me brindó la posibilidad de apoyar e involucrarme en el instituto.
¿Qué nuevos proyectos o iniciativas ha impulsado?
La pandemia del covid-19 imposibilitó llevar a cabo muchas de las actividades, pero fuimos recuperándolas cuando fue posible. Estos años hemos impulsado la publicación de algún libro, hemos participado activamente en la divulgación del legado de Miguel Servet y hemos ofrecido conferencias de personas ilustres sobre Servet y Sijena. Además, a título personal, he participado en diversos proyectos e iniciativas como la exposición en Zaragoza ‘Sigena Mágica’. Son actividades no exclusivas del instituto, pero en las que éste ha tenido mucho que ver.
«El gran desafío que tenemos, a futuro, es conseguir unas infraestructuras adecuadas al turismo que nos visita»
Ustedes gestionan la Casa Natal de Miguel Servet, ¿cuál es el perfil de las personas que acuden? ¿Hay algún plan para potenciar este espacio?
La Casa Natal de Miguel Servet es un lugar donde las personas que tengan interés pueden conocer un poco más sobre su historia. El gran desafío que tenemos, a futuro, es conseguir unas infraestructuras adecuadas al turismo que nos visita, que suelen ser familias o personas que buscan educarse un poco más y descubrir también la zona. Son muchos los visitantes que vienen a conocer este espacio, ya que la casa natal tiene un gran potencial. De cara al futuro tiene que actualizarse el tipo de experiencia que pueda tener la sala, ya que actualmente no contamos con la tecnología que se está desarrollando en la sociedad. Hay un plan para ello, y esto mejorará la experiencia de los visitantes. Además, ojalá se pudiera complementar con una oferta gastronómica y de restauración de calidad, para que los visitantes puedan pasar un rato agradable en el municipio. Creo que la gastronomía y los servicios también son una parte fundamental.
Otro de sus fines es la protección y promoción del Monasterio de Sijena, ¿qué opinión le merecen las últimas inversiones realizadas por el Gobierno de Aragón?
Todo lo que sea apoyar y consolidar las obras y la estructura del Monasterio de Sijena tenemos que aplaudirlo; es algo positivo. Uno de los desafíos que ha habido históricamente es asegurar que lo que se hace pueda durar años, porque hay reformas que se hacen y se deshacen en poco tiempo. Se tienen que hacer obras que duren, construcciones que revivan el espíritu del monumento. En ese sentido, se han realizado actuaciones adecuadas pero creo que todavía queda mucho por hacer y nuestro deseo es que se respete el monasterio y que se hagan obras que duren y perduren, que pueda convivir lo nuevo con lo antiguo y con la esencia de este espacio.
Hace tan solo unos días, hubo una concentración para pedir la llegada de una nueva orden religiosa, con el fin de favorecer su mantenimiento y garantizar su función espiritual y de acogida. ¿Cuál es su opinión? ¿Se necesita una nueva congregación?
Lo deseable sería poder mantener el monasterio vivo, porque estamos hablando de un edificio que se construyó con una finalidad. Poder dar vida a ese edificio en función de la finalidad que tiene, para mí es la diferencia entre algo que fue y algo que es. Poder traer una congregación es recuperar lo que el monasterio tiene que ser; un monasterio con vida. Entiendo que es difícil porque las órdenes son escasas, pero tener una congregación sería maravilloso para devolver la vida a ese lugar.
Asistimos a la materialización de su mayor anhelo a través del largometraje ‘El Sueño de Sigena’, ¿qué recorrido ha tenido la película?
La película estuvo en cartelera seis meses en toda España y he recibido comentarios muy positivos de las personas que la han visto. Es una película que consigue su objetivo, que es dar a conocer la historia y el valor del Monasterio de Sijena. Es la recuperación de algo perdido y yo creo que está haciendo su función. Se transmitió en una cadena de televisión en su versión menos extensa, de 60 minutos de duración, y tuvo más de 250.000 visualizaciones, realmente tuvo una acogida muy positiva. La película tiene mucho recorrido todavía y espero que en los próximos años sea una de las referencias para contar la historia de reconstrucción en este bonito lugar.
El largometraje narra el proceso de recreación virtual de la sala capitular de Sijena, ¿ha habido algún avance para que podamos colocarnos unas gafas de 3D y disfrutar de ese trabajo en vivo? ¿Ya sea en el monasterio de Sijena o en algún otro espacio?
Hoy disponemos de la tecnología y de una sala reconstruida al completo para hacer diferentes tipos de experiencias, como por ejemplo la que se pudo ver en la exposición ‘Sigena Mágica’ de Zaragoza, visitada por más de 20.000 personas. Fue una exposición en el Edificio Pignatelli donde se podían ver las pinturas de cerca, reproducciones a tamaño natural con realidad virtual. Ahí se pudo percibir el potencial de ese tipo de salas. Que se pudiese disfrutar de eso en el Monasterio de Sijena sería una experiencia maravillosa. Para todo visitante que llega a Sijena y conoce la historia, poder culminar esa visita con una experiencia de tal nivel, la convertiría en una de las experiencias a nivel de arte e historia más bonitas que se puede tener en España. Espero que algún día eso sea posible, aunque eso dependerá de que haya voluntad por parte de las instituciones y de la administración.
