El pasado fin de semana, Dorian L. (Dusty) Nicol, autor de la obra ‘Isa Reyes: Miss España en el Exilio. El flamenco y el estrellato en la Europa de los años treinta’, voló a España desde California para presentar esta publicación autobiográfica de su madre en Huesca y Sariñena.
Isa Reyes comenzó a escribir el relato de su vida en 1979 y su hijo prometió terminarlo, pulirlo y publicarlo. Y lo hizo, siendo el historiador británico, Paul Preston, el encargado de prologar la obra biográfica de la bailaora flamenca.
Dorian llegaba a España gracias al divulgador cultural Joaquín Ruiz, vecino de Sariñena, que se puso en contacto a través de X (Twitter) «cautivado por el pasado de su madre» que casualmente estaba ligado con la comarca de Los Monegros.
La historia de Isa Reyes es la historia de una mujer bella y valiente, que nació en Barcelona en 1921 y se crió en Madrid hasta los 15 años, cuando estalló la Guerra Civil española. En este libro, se puede leer la vida de una joven que no se dejó doblegar por los deseos de hombres poderosos, que nunca cedió ante el miedo y siempre fue fiel a sus principios.
La emoción de su hijo estaba más que justificada cuando la mañana del pasado sábado, día 11, llegó al aeródromo en el que su madre pasó varios días durante el primer año de contienda. Esta base se instaló de manera improvisada, debido a la necesidad de tener un lugar para las fuerzas aéreas del bando republicano en Aragón. Un lugar que fue liderado por Alfonso de los Reyes, tío de la protagonista de la historia.
Ruiz cuenta que esa mañana, cuando estaban en las ruinas que quedan del aeródromo, «su hijo pudo sentir la sensación de claustrofobia del refugio que describe Isa en su libro». Además, el divulgador fue el intermediario entre Dorian e Isabel Peralta, traductora monegrina encargada de pasar al castellano la vida de Isa Reyes. La traductora contó en la presentación del libro en Sariñena, a la que acudieron alrededor de 40 personas, que pudo sentir la piel de la protagonista.
Isa Reyes viviría en Sariñena durante un corto periodo de tiempo antes de huir definitivamente al exilio. Llegaron a Huesca tras haberse establecido en la capital francesa, donde su padre, Ricardo Balcells, había mandado a Isa junto a su madre y su hermana Nuria. Mientras tanto él se quedaría en Madrid junto a la República, siendo jefe de Sección en el Ministerio del Estado.
Concretamente, fue durante el otoño de 1936 cuando la familia de Isa viajó a Huesca para instalarse con el hermano de su madre en el aeródromo. Una época que Isa recordaría de por vida y a la cual dedicó varias páginas en sus memorias:
Sariñena era un pueblo antiguo y próspero, situado no muy lejos del río Ebro. (…) Mi tío Alfonso nos esperaba en la estación de ferrocarril. Vestía el uniforme de la Fuerza Aérea Republicana, con las estrellas y la trenza dorada en las mangas que denotaban su rango como Oficial al Mando y se veía tan guapo. (…) Los campos cercanos estaban bordeados de piedras bajas formando empalizadas, y dentro de sus recintos, manadas de toros y algunas ovejas merinas dispersas pastaban tranquilamente.
Llevaban pocos días instaladas en Sariñena cuando, mientras almorzaban en el aeródromo, les sorprendió un bombardeo. Fue tan rápido que no les dio tiempo siquiera para activar las alarmas. Hubo heridos y muertos. En ese momento, decidieron huir a Barcelona, desde donde pondrían rumbo a Francia a través de los Pirineos y no volverían jamás a España.
Llegó la época del exilio, en la que, primero como modelo, luego como bailaora de flamenco, Isa Reyes dejó un legado artístico por Europa durante los años previos a la Segunda Guerra Mundial.
La historia de Isa Reyes en su paso por Europa fue fascinante. Tras ser nombrada Miss España en el exilio, fue candidata a Miss Europa ese mismo año. Después, se vio obligada a actuar frente a Hitler y Mussolini. Unas actuaciones que recuerdan a la obra de Fernando Trueba ‘La niña de mis ojos’, ya que ambos dirigentes atentaban contra todos los principios a los que Isa Reyes era leal.
Y, tras una vida llena de huida, finalmente llegó el final feliz para la familia Balcells Reyes. Se reencontraron con su padre y cruzaron el Atlántico hasta Cuba, desde donde viajaron a México. Ahí se estableció su hermana Nuria y se convirtió en una poeta y traductora muy conocida y respetada. Su tío Alfonso también se vio obligado a huir tras el final de la guerra en España y su rastro se perdió en Yucatán.
Por último, Isa Reyes se casó con George Leonidas Nicoloupoulos Coltros, de quién se enamoró en uno de sus infinitos viajes por Europa y se establecieron en California donde encontraron la estabilidad que buscaron durante toda su vida.
Una vida, sin duda de intriga, que gracias a Dorian, ahora se puede conocer sin tapujos. La historia de una mujer guerrera, que pasó por Los Monegros, se enamoró de sus gentes, pero no pudo quedarse por culpa de una guerra que la obligó a exiliarse.