La empresa aragonesa Forestalia ha iniciado la tramitación de cuatro parques eólicos en los términos municipales de Sariñena y Villanueva de Sijena, que suman una inversión de más de 170 millones de euros. Cada uno de ellos con una potencia de 49,50 megavatios y un total de 9 aerogeneradores.
La solicitud de autorización administrativa previa y declaración de impacto ambiental de los cuatro parques, que aparecen agrupados en un único proyecto, ya ha salido a información pública. Del conjunto, tres están ubicados en el término municipal de Sariñena. Se trata de los denominados Polaris, que contempla una inversión de 53,2 millones de euros, Propus, de 40,8, y Ain, de 38,7. El cuarto se ubica entre Sariñena y Villanueva de Sijena y en este caso, se denomina Alcione y tiene un presupuesto estimado de 39,1 millones de euros. Según se indica en el anuncio del Boletín Oficial del Estado, las cuatro plantas cuentan con permiso de acceso de la red de transporte en la subestación eléctrica de Castellet, propiedad de Red Eléctrica de España S.A., y su finalidad es la generación de energía para su comercialización.
Aunque reconoce que pueden llegar a ser una importante fuente de ingresos y además, generar empleo, el alcalde de Villanueva de Sijena, José Jaime Castellón, se muestra «preocupado» por la proliferación de este tipo de proyectos. De hecho, el que acaba de salir a información pública no es el único que afecta a este municipio. En total, repartidos en media docena de parques, hay proyectados 45 aerogeneradores. «Nos cambiaría totalmente el paisaje. Ahora mismo, no hay ninguno», señala el primer edil, que aboga por «un crecimiento ordenado y consensuado con el territorio».
Desde el Ayuntamiento de Sariñena, se muestran prudentes, a la espera de tener más datos sobre el proyecto de Forestalia. «Se estudiará y valorará cuando dispongamos de toda la información», señalan. «A priori, lo más importante -añaden- es que sea compatible con la actividad de los sectores más pujantes, es decir, la agricultura y la ganadería».
El crecimiento de nuevos proyectos de plantas solares y parques eólicos ha generado recelos en algunas zonas de Aragón, tanto entre la población en general como entre los ayuntamientos. De hecho, han sido varios los que han adoptado medidas para impedir o, al menos, retrasar su instalación, a pesar de las advertencias del departamento aragonés de Industria, que asegura que estas medidas limitan y condicionan el ejercicio de las competencias de la comunidad. Su máximo responsable, Arturo Aliaga, ya avisó que los ayuntamientos que denieguen la licencia de obras a proyectos de energía renovable que cuenten con todas las bendiciones administrativas pueden incurrir en responsabilidad patrimonial. Tras sus palabras, y la solicitud de información por escrito a Industria, Fraga fue la primera localidad en dar marcha atrás en la moratoria aprobada.