Unas 50 personas, entre ellas 20 niños y niñas han reforestado el entorno de la ermita de Santa Brígida de Poleñino con el objetivo de concienciar sobre la importancia de contribuir a la conservación del medio natural y, además, disfrutar de un día de convivencia vecinal. Tras la plantación de 160 árboles, los vecinos disfrutaron del reparto de bocadillos y café.
Con esta jornada, que ha permitido plantar 30 pinos aricio, 30 tuyas, 50 encinas, 30 sabinas negras y 20 coscojos, la localidad ha habilitado una zona de paseo hasta el conocido ‘Salto de la Tinaja’. Como explica el concejal del ayuntamiento, José Luis Porta, con el objetivo de «poner en valor este enclave natural y favorecer su visita». Para garantizar la supervivencia de los árboles, también se instaló riego por goteo.
Los árboles fueron adquiridos en el vivero de la Diputación Provincial de Huesca y de forma previa se movió el terreno con una excavadora para facilitar la labor de los vecinos, que acudieron provistos de su propia jadeta para realizar las tareas de plantación.