De izq. a dcha, la restauradora Florencia Olivera, el maestro ubetense Paco Luis Martos, Juan Naya, promotor del desafío, Pilar Domínguez, comisaria de Sigena Mágica, y los artesanos Javier Franco y Javier Bescos que restaurarán los próximos alfarjes en Almudévar (Huesca) , junto al alfarje reconstruido en sólo 3 meses en Úbeda.
Juan Naya, natural de Villanueva de Sijena, sigue avanzando en la materialización de aquel sueño que tuvo de niño y que desarrolla como adulto: mostrar al mundo la belleza de la sala capitular de Sijena. Para conseguirlo, está inmerso en la reproducción física de la techumbre del espacio, que estaba formado por doce alfarjes, destruidos durante la Guerra Civil española. Y, de momento, ya tiene tres. Y lo más importante: con la realización del tercero ha comprobado que puede reproducir cada uno de ellos en un tiempo asumible. La clave ha estado en los conocimientos y experiencia previa de su principal artífice, Paco Luis Martos, Premio Nacional de Artesanía, y en la suma de otras manos expertas.
La presentación de este tercer y trascendental alfarje ha tenido lugar este sábado en la localidad de Úbeda (Jaén), donde ha sido desarrollada su reproducción, al ubicarse allí el taller de Paco Luis Martos, que ya fue el encargado de hacer los dos anteriores, pero en solitario, empleando solo para su policromía 3.000 horas de trabajo, lo que hacía inviable pensar en la reproducción de los doce. Sin embargo, al sumar el trabajo de dos expertas en restauración, Florencia Olivera (Uruguay) y Anna Bedmar (Manresa), el trabajo ha sido completado en tan solo tres meses, lo que «allana el camino para el renacimiento completo del artesonado de la sala capitular, un patrimonio nacional que todos merecemos disfrutar», ha indicado su impulsor, Juan Naya, que ha vuelto a financiar en solitario el proyecto.
Ante el éxito obtenido, la comisaria del proyecto ‘Sigena Mágica’, Pilar Domínguez, ha anunciado que ya tienen planes para crear otros dos, el cuarto, que ya ha comenzado a construirse en Úbeda, y el quinto, que será policromado mucho más cerca de casa, en la localidad de Almudévar. Allí contará con el trabajo de dos expertos, Javier Franco y Javier Bescós. Las nuevas reproducciones serán supervisados por el maestro Paco Luis Martos.
Mensaje de Jorge Azcón
El descubrimiento del tercer y nuevo alfarje ha tenido lugar en el Centro Cultural Hospital de Santiago de Úbeda, con la presencia de sus artífices, a los que ha acompañado la alcaldesa de la localidad, Antonia Olivares. También ha contado con el apoyo del presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, a través de un mensaje grabado, donde ha felicitado a Juan Naya y a todo su equipo «por la extraordinaria labor de investigación, recuperación y recreación que están llevando a cabo desde hace más de 15 años en el Monasterio de Sijena». Además, les ha animado «a seguir con este maravilloso proyecto, esperando disfrutar pronto de todo este trabajo en Aragón, tal y como ya se hizo con la reciente exposición Sigena Mágica, la cual fue un gran éxito».
Por su parte, la alcaldesa de Úbeda, Antonia Olivares, ha señalado que «ver este alfarje en todo su esplendor no hace más que mostrarnos la grandeza artística de lo que fue una joya del románico como la sala capitular del monasterio de Sigena». «Úbeda, cuna histórica de grandes artesanos como el maestro Paco Luis Martos, está orgullosa de formar parte de un proyecto de recuperación patrimonial tan importante», ha añadido.
Detalle del alfarje reconstruido en sólo 3 meses en Úbeda.
Un tesoro perdido en vías de recuperación
La sala capitular del Monasterio de Sigena fue una de las maravillas del arte del siglo XIII y es considerada por los expertos como una de las mejores obras del arte románico de Europa. Formaba parte de uno de los monasterios más ricos y bellos de Aragón. Acogió a reyes y nobles, fue depósito de una parte del tesoro real, panteón real y llegó a ser uno de los archivos más importantes del reino. Entre sus estancias destacaba la sala capitular, decorada con ricos frescos medievales, cuyas pinturas murales son uno de los legados más importantes de la historia del arte de nuestro país. En 1936, durante la Guerra Civil, el monasterio sufrió un incendio que dañó irreversiblemente las pinturas de la sala capitular y provocó la pérdida del extraordinario artesonado mudéjar que ahora, gracias al proyecto ‘Sigena Mágica’ está en vías de recuperación.
«Antes de la guerra civil española, los doce alfarjes de Sijena eran testimonios de una hechura extraordinaria. Dorados y policromados, cada uno contaba una historia única. Sin embargo, el fuego de la guerra los consumió, llevándose consigo no solo la madera tallada, sino también una parte significativa de la historia cultural de España”, ha señalado Naya. Para el monegrino, astrofísico de la NASA y en la actualidad, consejero delegado de la farmacéutica Isdin, «es muy ilusionante poder reconstruir la sala capitular, ya que con ello recuperamos un patrimonio nacional de valor incalculable y un legado para las generaciones futuras».
