Poleñino va camino de recuperar su propia normalidad, después de que a finales del pasado mes de mayo los casos de covid-19 se dispararan y el consistorio instara a sus vecinos a autoconfinarse, limitando al máximo sus salidas a la calles así como sus desplazamientos fuera del municipio. También se optó por cerrar el bar, de titularidad municipal, y las pistas de pádel así como suspender las actividades deportivas y extraescolares.
Tras controlar los casos surgidos, ninguno de ellos de gravedad, la vida ha vuelto a sus calles. Mañana, jueves, se retomarán las clases de gimnasia rítmica o zumba y además, al igual que otras localidades, las piscinas se abrirán el próximo 15 de junio. Dentro de unos días, también está prevista la reapertura del bar.
«Aunque ya son más los días sin nuevos positivos, hemos querido mantener las medidas adoptadas una semana más, con el fin de asegurarnos de que la situación estaba del todo controlada», ha señalado la alcaldesa del municipio, Ester Artieda.
La población, que suma 200 habitantes, registró nueve positivos en quince días, el último el 31 de mayo, lo que hizo que las estadísticas se dispararan. Por suerte, ninguno de los afectados requirió ser hospitalizado y a día de hoy, ya suman más de una semana sin ningún nuevo caso.