Dani Higueruela, vecino de Valderrobres, ha sido uno de los más de 120 moteros que este domingo ha tomado la salida de la ruta organizada en la Concentración de Motos Clásicas de Alberuela de Tubo. A punto de cumplir dos décadas, el encuentro sigue en plena forma, gracias a su legión de seguidores y a la implicación de todo un pueblo.
«El ambiente es inmejorable. Todo el mundo colabora, realizando una u otra tarea, y siempre con amabilidad y cariño», ha explicado Higueruela, que ha acudido con una Dinieper K-750, que ha conseguido llevarse muchas miradas y que está fechada en el año 1958.
La actividad, que está promovida por la asociación El Puntal de Alberuela de Tubo, ha vuelto a reunir a aficionados de diferentes provincias españolas, con predominio de aragoneses y catalanes. Aunque criado en la población de Cantalobos, Ángel Abardia ha llegado desde Barcelona con otra moto clásica, una Guzzi 110, que acaba de cumplir 57 años. El motero la heredó de su suegro y hace seis años, comenzó su restauración. «Hasta ahora, siempre había venido sobre la moto, pero el piloto envejece peor que el vehículo y en esta ocasión, la he traído en remolque», ha señalado.
Por delante, al igual que el resto de inscritos, tenía una prueba de fuego: 160 kilómetros atravesando diferentes localidades de cuatro comarcas: Los Monegros, Cinca Medio, Somontano y La Litera. La ruta ha dado inicio puntual, a las 9.30, y de cumplirse lo previsto, el retorno al punto de origen –Alberuela de Tubo- debía producirse sobre las 14.15. Dentro del recorrido, había una parada prevista en Peralta de la Sal.
Por segundo año, y desde una localidad cercana, Poleñino, ha acudido Josan Buisán, movido por el ambiente, el esfuerzo de la organización y su amor hacia las motos clásicas. Dentro de sus pasiones, está el arreglo y la recuperación de vehículos antiguos. El monegrino ha participado con una Montesa Impala Comanda de 175, que data del año 1964 y que ha restaurado. También han abundado diferentes modelos clásicos de Derbi, Guzzi o Vespa, que han sido recuperadas con cariño y que conservan su imagen original.
Para participar en la ruta clásica y además, optar a los diferentes premios, la antigüedad de las motos debe ser anterior al año 1992. «Para nosotros, es una satisfacción ver cómo la gente repite año tras año y se va muy contenta de nuestra localidad, donde todo el mundo se vuelca y lo vive como una fiesta», ha señalado uno de sus responsables, David Gabarre.
A lo largo de estas 19 ediciones, la prueba ha reunido a motoristas de 125 poblaciones diferentes de casi toda la geografía nacional, y también de otros países como Francia, Inglaterra, Portugal e Italia.
Los organizadores, que ya están pensando en el 20 aniversario, han querido agradecer la colaboración de empresas, voluntarios e instituciones, entre ellas, la Comarca de Los Monegros así como los Ayuntamientos de Alberuela de Tubo y Peralta de la Sal.