Femoga celebra su edición número 38, ¿qué debemos esperar?
En esta edición, nuestro mayor reto era recuperar la presencia de maquinaria agrícola, que había descendido, y para ello, ideamos la puesta en marcha de exhibiciones o demostraciones, que están muy en auge. Todo con el ánimo de completar la programación y además, hacerlas servir de acicate para que otras empresas que antes exponían pudieran volver, al darles la oportunidad de hacer demostraciones de sus tractores, aperos u otros dispositivos vinculados a la innovación.
¿Y cuál ha sido la respuesta?
Ha sido buena. En total, vamos a contar con nueve empresas que realizarán demostraciones, dos de servicios y siete de maquinaria agrícola. Todas ellas tendrán además exposición. Ahora, hay que conseguir que funcione, que sea atractivo, especialmente para los profesionales del sector primario.
La lengua azul va a ser la dificultad insalvable. ¿Cómo lo van a resolver?
Ha sido una cuestión de última hora. De hecho, llegó con los programas ya completos y cerrados, y las ganaderías ya seleccionadas. No obstante, había que cumplir con las restricciones, dada la proximidad de los focos detectados, y evitar cualquier riesgo para un sector que ya arrastra muchas dificultades derivadas de cuestiones como la falta de relevo generacional. Antes, se exploró la posibilidad de que acudiera algún ganadero local, pero seguía existiendo riesgo, y al final, se descartó.
¿Y en qué se traduce esa situación? ¿Cómo afecta a la programación de Femoga?
No habrá animales vivos de ovino, vacuno y caprino. Y por lo tanto, hemos tenido que reinventarnos, algo a lo que estamos acostumbrados, ya que se trata de un certamen permeable a los cambios y dificultades del sector primario. Toda la programación se va a mantener, de los concursos a las subastas, pero sin la presencia de los ejemplares, que serán sustituidos por reproducciones, audiovisuales, imágenes o paneles. Por ejemplo, los ejemplares del concurso de choto estarán presentes a través de reproducciones en cartón pluma a tamaño real y en las subastas, los animales se podrán ver también a través de pantallas. Además, habrá paneles explicativos junto a las reproducciones con la información de procedencia del ejemplar, características, etc. e, incluso, una exposición sobre la raza Rasa Aragonesa. A ello, se unirán paneles sobre la propia lengua azul, con el fin de que el público conozca la razón de la falta de animales y lo que implica la enfermedad. Tengo que agradecer el gran esfuerzo e implicación de las asociaciones y organizaciones, que han reaccionado y dado una alternativa con muy poco plazo de tiempo.
¿Había ocurrido alguna vez en los 37 años de Femoga?
Nunca. Antes habíamos tenido restricciones por alguna otra enfermedad, mermando la presencia de animales, pero es la primera vez que no tendremos ninguna de estas razas ganaderas. Pero habrá caballos, gallinas y pavos, perros y de nuevo, ejemplares de porcino, que llevaban unos años sin presencia. Y, por ejemplo, mantenemos el concurso regional de perros pastores, pero sustituyendo las ovejas por patos.
¿De qué forman pueden paliar esa falta de atractivo?
Femoga tiene un público muy fiel y, aunque falte la presencia de determinados ejemplares, las subastas y concursos se seguirán desarrollando de esa forma alternativa y por lo tanto, creo que mantendremos la presencia de profesionales. Los ganaderos van a seguir acudiendo y para el público general, sigue habiendo muchos atractivos que suplen la falta puntual de determinados animales.
¿Y cuáles son esos atractivos? ¿Qué actividades cabe destacar?
Hemos recuperado los concursos del Mastín del Pirineo y el Can de Chira, con presencia de los ejemplares. También habrá exposición de caballos hispano-bretones, que habían desaparecido y que se unirán a los ejemplares del centro militar de cría caballar de Zaragoza, que son de raza hispano-árabe o árabe. Además, regresa el certamen de aceite de oliva virgen, la exposición de vehículos clásicos, organizamos nuevas exhibiciones de talla de madera con motosierra y charlas de energía fotovoltaica.
¿Cuál será la presencia este año del sector avícola?
Tendrá una presencia importante con alrededor de 200 ejemplares, donde aparecerán los pavos de raza Oscense y las gallinas de raza Sobrarbe. De esta última, habrá concurso tanto de la variedad grande como enana. También continuará la exposición de gallinas de razas del mundo.
Otra dificultad añadida puede ser el tiempo, ya que hay previsión de tormentas.
Ya estamos trabajando en varios planes alternativos. De hecho, ya hemos ido ganando espacio en la zona de porche, donde habitualmente estaba la ganadería, con la idea de que si finalmente llueve algunas de las actividades puedan trasladarse allí.
¿Qué impacto económico tiene Femoga en Sariñena y en general, en Los Monegros?
Durante los días del certamen, se llenan las plazas hoteleras y además, se genera un importante movimiento en restaurantes y establecimientos. Dentro de la feria, también se producen transacciones económicas y se cierran operaciones, a las que se suman las que llegan de forma posterior, ya que muchas veces se produce un primer contacto entre cliente y vendedor que después fructifica. El certamen además es una importante herramienta de promoción de Sariñena y Los Monegros, que nos refuerza como referente del sector primario dentro y fuera de Aragón. Y, además, sirve para dar a conocer a los municipios invitados. En esta ocasión, serán Robres y Poleñino.
¿Cuál es el perfil más habitual dentro de los visitantes de Femoga?
Hay un porcentaje importante que se corresponde con profesionales, agricultores y ganaderos, que acuden con el fin de participar en las jornadas técnicas y conocer las novedades del sector. Y, por supuesto, hay mucho público familiar e, incluso, profesionales que vienen a disfrutar de todo un día con la familia. Hay visitantes de las tres provincias de Aragón, y de las limítrofes, con una presencia importante de las comarcas del valle del Ebro o el Bajo Aragón de Teruel.
Femoga resiste en un contexto de detrimento o desaparición de otras ferias, ¿dónde está la clave?
Tal y como hemos visto, tenemos una gran capacidad de reinventarnos, de buscar alternativas, y si seguimos trabajando de esta forma, Femoga puede ser la gran feria que quede en la zona. Además, contamos con la gran implicación de asociaciones, organizaciones, sindicatos, instituciones, voluntarios… que sienten la feria como propia y que se esfuerzan por su éxito. Además, los ganaderos y agricultores la viven con ilusión. Para ellos, es un punto de encuentro y relación y por supuesto, un lugar en el que conocer las últimas innovaciones de su sector o encontrar respuestas a sus demandas o preocupaciones.
