El Consejo de Gobierno del Ejecutivo aragonés reunido ayer miércoles, dio el visto bueno a la declaración de Bien de Interés Cultural del Códice de la Priora Blanca de Aragón, procedente del archivo del Real Monasterio de Santa María de Sijena.
El códice, de gran valor, está en perfecto estado. El manuscrito cuenta con tapas de madera y está realizado en pergamino, con un formato de 235 x 151 x 65 mm y 187 hojas (originariamente, 195). Respecto a su contenido, hay un documento firmado por la priora Blanca de Aragón y Anjou, una copia latina de la regla de Sijena y un breviario en el que explican costumbres litúrgicas del monasterio.
La calidad de su factura indica que se trataría de un objeto valioso que sería cuidado como tal y habría de conservarse en el Archivo o algún otro lugar de privilegio. El texto, en latín, está escrito a renglón seguido, con una media de 26 líneas por plana, en letra gótica aragonesa, en dos tintas y escrita con claridad.
En el manuscrito aparecen reflejadas dos fechas, si bien éstas responden a dos de los documentos insertos en el mismo y no reflejan el momento en que este fue confeccionado. La más antigua de ellas, 1188, hace referencia a la creación de la regla de Sijena, mientras que la fecha más tardía, 17 de octubre de 1332, pertenece a una orden dada por la priora Blanca. Esto impide saber con certeza la fecha en la que el códice fue creado, si bien se sabe con seguridad que es posterior a 1332, lo cual coincide con el estilo de letra usado, típico de los siglos XIV y XV.
Gracias a los escritos de Ricardo del Arco, se puede afirmar que este códice se conservaba en el Archivo del Monasterio Sijena en los años previos a la Guerra Civil, tal y como señala en su publicación de 1921 titulada ‘El Real Monasterio de Sijena’.
El Códice es un documento de gran importancia para conocer la historia del monasterio de Sijena y de su comunidad religiosa. Gracias a él se puede reconstruir parte de las costumbres y de la liturgia específica sijenense.
Recuperación del bien por la vía judicial
El manuscrito desapareció en 1936, en plena Guerra Civil. En febrero de 2019, el manuscrito fue intervenido por la brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional de Zaragoza, después de que una editorial de Pamplona ofreciera su compra al Archivo Provincial de Huesca. Los responsables del archivo oscense se dieron cuenta de su procedencia y dieron aviso a las autoridades competentes.
Al conocer lo ocurrido, el historiador Juan José Nieto presentó una denuncia ante la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional de Zaragoza, con el apoyo del abogado del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena, Jorge Español, que derivó en una exhaustiva investigación policial así como en la intervención del códice