La lluvia ha esperado a que el Dance de Sena terminase su actuación y los dos nuevos volantes, Manuel Tisaire y Arturo Pisa, se estrenasen ante la mirada de familiares, amigos y visitantes. También Alejandro Buil se ha vestido por primera vez con el traje del Ángel, y la formación ha contado, tras un paréntesis de diez años, con Miguel Ángel Montull como mayoral.
La mañana ha comenzado temprano, con las Coplillas y el Rosario de la Aurora. Tras la procesión y misa, ha tenido lugar la representación del dance y, después, ha habido vermú popular y café concierto. El grupo ha interpretado varias mudanzas, empezando con ‘Fiesta mu alegre’, y también ha realizado la Rueda, donde los volantes ascienden sobre los hombros de los danzantes. Para Rosa Tere Royo, vecina de la localidad, «es un día grande, hay mucha devoción», ha dicho. Lo mismo ha pensado otra vecina, Rosaura Aragüés, asegurando vivir el patrón «con mucha intensidad».
Siguiendo con la interpretación del dance, también ha tenido lugar la pastorada entre el rabadán y el mayoral, y la lucha entre moros y cristianos, contando con la participación de los generales de ambos ejércitos. «Llevo ejerciendo el papel de general cristiano 36 años, que se dice pronto», ha apuntado el senense Alejandro Campoy. La formación ha incluido dos nuevos volantes, Arturo Pisa y Manuel Tisaire, aunque este último, con ahora 9 años, ya había participado años atrás en el Rosario, y «daba gozo verlo», ha indicado Javier Costa, vecino de la localidad. Alejandro Buil también se ha estrenado como Ángel, y «lo ha hecho muy bien», han comentado varios vecinos en la plaza.
La actuación ha ido acompañada del sonido de la gaita de boto, que goza de muy buena salud en la localidad. «Hoy estamos cinco gaitas», ha indicado Nuria Montull, que hace más de diez años se convirtió en la primera mujer en tocar el instrumento con el grupo local de dance y, por la que, gracias a sus clases, se han ido sumando cada vez más integrantes. «Esto es como antes, si no había gaitero no había música ni fiesta», ha apuntado Carlos Plana, gaitero local. «En Sena siempre hemos estado muy concienciados con formar a nuevas personas para que siguieran la tradición», ha proseguido Plana. «Después de Jaime Ramón, el primer gaitero, empezamos a tocar con él para formarnos, y luego hemos ido enseñando a diversas generaciones de gaiteros, para que no se pierda la tradición», ha concluido.
También el público ha respondido, llenando la plaza de alegría y aplausos. Además, han sido muchos los vecinos y vecinas que se han vestido con el traje regional para la ofrenda. Por ejemplo, Esther Campo y su hermana, Elsa, no conciben un dos de octubre sin engalanarse. «Si no nos vestimos nos sentimos raras», ha expresado la primera, a lo que la segunda ha añadido que, aun cuando estaba embarazada, ha seguido cumpliendo con la tradición. «Así una no tiene que pensar en qué ponerse», han expresado las dos entre risas.
Tras la interpretación del dance, ha tenido lugar un vermú popular y, después, café concierto a cargo de la orquesta Banda Sonora, que ha servido de homenaje a la Tercera Edad, con degustación de café y galletas. Después, los vecinos disfrutarán de una segunda sesión de baile a cargo de la misma orquesta y, por la noche, discomóvil con el Dj local Da Masterz. Por delante, restan cuatro días de intensa programación, con concursos, karaoke, almuerzo y comidas populares, más orquestas y actividades para los pequeños de la casa.