Francisco Larroy, nacido en Sariñena en 1924 y exiliado junto con su familia en 1938 en Francia, donde vivía desde entonces, falleció ayer domingo en su domicilio. Larroy participó, junto con su hermano Antonio, en la resistencia contra la invasión nazi durante la Segunda Guerra Mundial, en concreto, fueron dos de los héroes de la batalla de la Madalaine, episodio recuperado del olvido por el historiador Amadeo Barceló en su libro “Viva el maquis” y recordado en las jornadas conmemorativas del 80 aniversario del bombardeo de Sariñena y final de la guerra, celebradas en 2018.
Precisamente, el pasado mes de enero Larroy era reconocido con la máxima condecoración de la República francesa: la Legión de Honor, momento en que investigadores como Joaquín Ruiz o Gemma Grau volvieron a solicitar un reconocimiento en su Sariñena natal, para él y para otros vecinos exiliados que lucharon por la libertad en la Europa fascista.