El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, ha decidido seguir financiando durante dos meses más, abril y mayo, los trenes regionales que costea su departamento, con el fin de asumir «con más tranquilidad» las negociaciones iniciadas con el Ministerio de Transportes.
La primera reunión entre ambas instituciones ya tiene fecha, el próximo 31 de marzo, y en ella, Soro se marca como objetivo conseguir que el Gobierno central asuma la financiación de estos trenes, entre los que figura uno de los más demandados de la línea Zaragoza-Lérida, con parada en las localidades monegrinas de Sariñena, Grañén y Tardienta.
Soro ha explicado que «tenemos confianza en que se pueda entender la posición del Gobierno de Aragón y la necesidad de este servicio para la vertebración del territorio y el derecho de movilidad de la ciudadanía». Asimismo, ha señalado que «se trata de una reunión previa a la que hemos planteado tener entre los responsables estatales y los alcaldes y alcaldesas de las localidades afectadas». Soro ha explicado que «nuestra apuesta por el ferrocarril en el conjunto de Aragón es indudable, pero tenemos que trabajar para que los horarios, los trenes y la calidad del servicio haga que sea un servicio útil para la ciudadanía».
A priori, el Gobierno de Aragón había decidido de forma unilateral dejar de financiar varios de los regionales al entender que eran competencia del Estado y además, se extendían más allá del límite de la Comunidad, al alcanzar Lérida o Valencia. En total, había cinco trenes afectados, el de la línea Zaragoza-Lérida, con salida a las 6.10 y regreso a las 15.15, así como el que circula en días alternos entre Teruel y Valencia, dos de los cuatro diarios que cubren el trayecto Fayón-Caspe así como el que une los fines de semana Huesca y Jaca.
En Los Monegros, los primeros en reaccionar han sido el presidente de la Comarca, Armando Sanjuán, así como los alcaldes de Sariñena y Tardienta, que han valorado de forma positiva la prórroga anunciada. «Lo valoramos como un primer paso porque hay que continuar las negociaciones que garanticen mantener los servicios de transporte de viajeros por ferrocarril en como mínimo las frecuencias que teníamos antes de la pandemia», ha señalado el presidente comarcal.
En la misma línea, se ha manifestado el alcalde de Sariñena, Juan Escalzo, al mostrar su apoyo al desarrollo de unas negociaciones ligadas al mantenimiento de las líneas afectadas, ya que, tal y como ha señalado, «lo que es fundamental es no perder ni un solo servicio, porque el que se quita ya no se reanuda. Siempre defendemos que los trenes vertebran nuestro territorio y nosotros creemos en el futuro del mundo rural», señaló Escalzo.
Por su parte, la alcaldesa de Tardienta, Miriam Ponsa, también se muestra esperanzada en poder mantener todos los servicios. «Mi pueblo tiene mucha tradición con el ferrocarril y sabemos lo que es perder una línea, ya que esa no se recupera. Por lo que celebro que mientras se sigue negociando con el Estado, el departamento de Vertebración asegure la continuidad de todos los horarios que tenemos en la actualidad. Desde el ámbito local seguiremos defendiendo la necesidad de apostar por el transporte de viajeros por ferrocarril», ha indicado.
También el alcalde de Grañén, Carlos Sampériz, ha realizado una valoración positiva, ya que «han cumplido con lo reclamado por los municipios afectados, es decir, mantener el servicio mientras se desarrollan las negociaciones con el Ejecutivo central». Y es que, en su opinión, lo inasumible era permitir que «nos dejaran sin servicios, ya que el que se pierde no se recupera y además, el damnificado es el viajero, es decir, el vecino». El edil ha recordado que el tren afectado en esta zona da servicio a estudiantes, trabajadores y funcionarios, entre otros, y en este sentido, la pérdida era doble, ya que «los pueblos también se quedaban sin esos empleados del sector público que les prestan servicio a diario, desde personal de las oficinas comarcales agrarias a sanitarios». A pesar de la satisfacción inicial, Sampériz insiste en que «no es total, ya que estamos hablando de una prórroga, y por lo tanto, es necesario seguir luchando para garantizar la continuidad del servicio».