Hace prácticamente un año de la última entrevista, ¿cómo ha ido el 2024 en la administración de Grañén? ¿Ha habido algún premio importante?
Aún no, pero falta el sorteo más esperado y uno de los que más nos sonríe.
Sin duda. En 2011, dieron el Gordo ‘más gordo’ de la historia de Navidad, que dejó una lluvia de 720 millones de euros y en 2005, repartieron otros 22,5. ¿Ya tienen preparados los cohetes y el champán?
Por supuesto, está todo listo para celebrar una nueva alegría.
¿Confía en volver a dar un premio?
Por supuesto. No sé si estamos tocados por una varita o si debemos hablar de milagro, pero es asombroso que una administración tan pequeña como la nuestra haya repartido tantos premios millonarios. Además, en lugar de ir a menos, la ilusión y las ganas de la gente crecen cada año y por lo tanto, también la nuestra.
Además, veo que este año está muy bien acompañado…
Sí, mi hijo mayor ha optado por incorporarse al negocio y para mí, es el mayor estímulo. Al final, se trata de una administración familiar, que pusieron en marcha mis padres y que me gustaría ver pasar de generación en generación.
¿Aún se mantiene el tirón de aquel sonado Gordo? ¿Las ventas siguen creciendo?
Siguen creciendo, gracias a la ilusión y a la confianza de nuestros clientes, pero también a las horas que le metemos. Y a los kilómetros.
¿Han dado el paso a la venta online?
Todavía no, pero esperamos que pronto sea una realidad, ya que cada vez se demanda más. Ahora mismo, a través del teléfono, se realizan muchas ventas y, al igual que cada año, hemos acabado mandando números a todos los rincones de España. ¡Y eso es maravilloso!
Cada año hay números y terminaciones que se agotan antes. ¿Cuál ha sido la terminación estrella este año y qué cree que influye en esa preferencia?
El 5 y el 7 siguen siendo las terminaciones más buscadas y en este 2024, el 29, por ser el día en el que tuvo lugar la catástrofe de la DANA de Valencia.
¿Aún siguen vendiendo el célebre 58.268, es decir, el número del Gordo de 2011?
Sí, y suele agotarse, ya quedan los últimos.
Más allá de los números, ¿hay alguna historia que le haya ocurrido este año y que le haya emocionado especialmente?
Ahora que tengo a mi hijo intento que vea las bondades de este oficio, que se basa en repartir ilusión y alegría. A mí me emociona mucho cuando veo que viene una persona que solo puede permitirse comprar un décimo y lo juega con gran ilusión. Además, ha pasado. Algunas de las personas afortunadas con el Gordo de 2011 solo jugaban ese número.
¿Y tiene alguna anécdota relacionada con la venta de este 2024?
Sí, hubo una chica de Barcelona que vino a comprar el número de su placa de Guardia Civil. He vendido muchos de fechas de nacimientos o aniversarios, códigos postales,… pero nunca de una placa de un agente; ha sido la primera vez.
Y usted, ¿cree en alguna superstición relacionada con la lotería? ¿Algún número o tradición que considere especialmente afortunado?
Tengo mis números, los que juego siempre y además, con mucha ilusión, especialmente los que comparto con familiares y amigos.
Para usted, ¿cómo es un día 22 de diciembre?
El día más esperado y especial del año; con el que más ganas te despiertas, deseando oír el nombre de Grañén por la tele. Además, y desde que dimos el Gordo de 2011, es una fecha de grandes recuerdos. Aquello fue enorme, por toda la alegría repartida pueblo a pueblo y las historias tan bonitas que nos dejó.
¿Y qué le pide al 2025?
Que estemos todo bien y que sigamos repartiendo premios, alegría e ilusión. No hay nada más bonito que hacer realidad los sueños de la gente.