Gloria Langa y su marido, Antonio Izquierdo, vecinos de Frula, han estado este miércoles entre los primeros mayores de 80 años vacunados contra la covid-19 en el centro de salud de Grañén. Ambos esperaban su turno «con muchas ganas», ya que «llevamos un año muy complicado, sin salir apenas de casa y sin disfrutar con tranquilidad de nuestros nietos», ha explicado Gloria, que, tras el breve pinchazo, se ha mostrado «contenta y tranquila».
El matrimonio ha estado entre los 30 citados durante esta primera jornada de vacunación en la zona básica de salud de Grañén, que suma 477 mayores de 80 años, a los que se irá citando por grupos de movilidad. Mañana, jueves, otros 30 recibirán la primera dosis y el viernes, 18 más, según han explicado fuentes del centro sanitario. La segunda dosis de la vacuna de Pfizer, la elegida para este grupo de población, les será administrada en 21 días.
Los mayores han sido citados en grupos de seis, que son las dosis que se extrae de cada vial, y cada 15 minutos, que es el tiempo en el que han permanecido dentro del centro sanitario, bajo la supervisión de las facultativas. «Ni me he enterado. Ha ido muy bien», ha señalado Severino Ponz, de Grañén, que, tal y como ha manifestado, «tenía muchas ganas» de vacunarse. A sus 83 años, ha pasado de forma reciente por una complicada operación de corazón, lo que le situaba entre las personas más vulnerables ante la covid-19. «Ahora, ya estoy un poco más tranquilo», ha reconocido.
También han estado entre los primeros vacunados Serafín Casáus, de Poleñino, y María Marco, de Sesa, que ha estado acompañada de su hija, que, una vez concluido el proceso, ha mostrado su satisfacción. «Ahora mismo, la vacuna es la única herramienta de la que disponemos para enfrentarnos a esta enfermedad y por lo tanto, debemos confiar en ella. Ojalá nos ayude a superar esta situación y recobrar la normalidad. Todos tenemos muchas ganas», ha señalado.