La supresión de las fiestas patronales de invierno pone a prueba el ingenio de ayuntamientos y comisiones, que se esfuerzan por organizar cualquier tipo de evento que cumpla con la normativa sanitaria y recuerde a sus vecinos la fecha señalada.
Es el caso de Robres, cuyo consistorio ha decidido repartir casa por casa un delicioso roscón, postre típico de esta festividad. En total se han distribuido 180 dulces, 70 de los cuales escondían un premio relacionado con lotes de productos gastronómicos de la zona. Los vecinos «han recibido con agrado el reparto», explicaba su alcaldesa, Olga Brosed.
También Villanueva de Sijena, cuyo ayuntamiento ha hecho un especial llamamiento a la población, extensivo a sus vecinos de Sena, para evitar las reuniones sociales y celebraciones de todo tipo, tenía previsto el reparto entre todos sus vecinos de mascarillas con el escudo de la localidad como detalle.
Por su parte, en Sariñena, la Pastelería Trallero ha mantenido la tradicional bendición de roscones y reparto de chocolate, guardando todas las medidas de seguridad.