En nuestra tierra monegrina tenemos una gran suerte, aún podemos ver el cielo nocturno tachonado de multitud de puntitos, cosa que no es común para la mayoría de la población, debido a la contaminación lumínica de los grandes núcleos urbanos donde viven. ¡Con lo fácil que sería iluminar solamente el suelo que pisamos!
Por este motivo, entre otros, muchas personas no pueden acercarse a la observación del cielo nocturno, y por tanto disfrutar de una actividad lúdica y cultural sostenible. Para facilitar ese disfrute también es necesario comprender “qué tenemos ahí arriba” y los “eventos y fenómenos” que podemos observar. Sirvámonos de nuestros cielos oscuros y del evento astronómico “protagonista” que acontece en este diciembre de 2020, para acercarnos a la ciencia de la astronomía.
Desde hace bastantes días en el cielo nocturno brillan, además de las estrellas “normales”, algunos de nuestros vecinos del Sistema Solar: Marte, Júpiter y Saturno. Estos dos últimos van a ser los protagonistas de un interesante fenómeno astronómico que denominamos Conjunción o Reunión Planetaria. Concretamente, en la tarde-noche del día 21 de este diciembre, los puntos dibujan estos planetas en el cielo terrestre, después de ir acercándose poco a poco con el transcurrir de las jornadas, se “fusionarán” en uno sólo. También se producen otro tipo de “reuniones celestes especiales” como son los eclipses solares, las ocultaciones de planetas y estrellas por parte de la Luna, etc.
Este evento es raro, los dos planetas suelen reunirse en el cielo terrestre con una cadencia de unos 20 años. Pero la conjunción de este diciembre es extraordinaria, desde 1226 los dos astros se aproximarán tanto que se fusionaran, aparentemente, en un solo punto. Además, y posiblemente, este mismo fenómeno fue el que provocó la aparición de una brillante “Estrella”, la cual guió a unos Magos hasta un afamado pesebre en Belén.
¿Cómo se ve el fenómeno en el cielo? Comencemos preguntando que son los puntos que brillan en el cielo nocturno. La inmensa mayoría de las personas responderán, “son estrellas”. Esta respuesta no es del todo cierta.
Las estrellas, a escala temporal humana y por su lejanía, se pueden considerar como objetos fijos en nuestro cielo, aunque realmente se desplacen a través del espacio. Gracias a esa “fijeza”, desde los albores de la humanidad, hemos agrupado las estrellas de brillo similar en figuras que llamamos constelaciones. Con las constelaciones representamos personajes e historias, y con ello la posibilidad de recordar y transmitir esta “cultura astronómica” de generación en generación. Y las constelaciones nos han ayudado a confeccionar calendarios, y con ello medir el tiempo, y a determinar rumbos para llegar a buen puerto. En definitiva, haciendo astronomía para saber el “Cuándo” y el “Dónde”
No nos olvidemos que los planetas también están ahí arriba, y también son puntos en la oscuridad del cielo. Pero hay sustanciales diferencias entre los puntos estelares y los puntos planetarios. En primer lugar las estrellas fijas están diseminadas por todo el cielo, pero los planetas no, éstos sólo se mueven por un “camino celeste” que en astronomía denominamos La Ecliptica. Y ¿Dónde está la eclíptica en el cielo? Terminaríamos enseguida comentando que este sendero discurre entre las “famosas” constelaciones del Zodiaco. Pero todos no sabemos reconocer las figuras de esas constelaciones. Bueno, hagámoslo de otra manera: El Sol y la Luna acompañan a los planetas por ese camino, y haciendo un inciso, comentaros que cuando ambos astros coinciden en la eclíptica se produce un Eclipse Solar, siendo ésta razón la que pone nombre al sendero. La Luna y el Sol no los encontraremos nunca por encima de la Sierra de Guara, es decir hacia el Norte, si no todo lo contrario, siempre están en dirección a Teruel. Por lo tanto, las estrellas errantes o planetas sólo los encontraremos hacia el Sur. Y como la Luna, los planetas están bajos respecto del horizonte en verano, y altos en invierno, todo lo contrario que hace el Sol. La otra diferencia entre el punto de una estrella y de un planeta es su forma de brillar: El punto estelar siempre “titila”, su luz parece vibrar, todo lo contrario que un punto planetario, el cual es inmutable, fijo.
De esta forma podemos concluir que los puntos planetarios no titilan y que se mueven por la eclíptica a través de las estrellas fijas que dibujan las constelaciones zodiacales. El movimiento de los planetas que observamos en el cielo es un movimiento aparente, que se debe a su movimiento real en sus órbitas y a la perspectiva desde donde los observamos, la Tierra. Desde nuestro planeta el cielo es un diorama en 2D, como una fotografía, “parece” que todos los astros están a la misma distancia, pero sabemos que el universo es en 3D, y que las estrellas y los planetas están a diferentes distancias de nosotros.
Con las recreaciones superiores, realizadas con el simulador celeste Stellarium, podemos observar, en dos fechas diferentes y a una misma hora, la posición en el cielo de los planetas Júpiter y Saturno. En los días anteriores y posteriores de la conjunción, el 21 de diciembre, Júpiter y Saturno son visibles poco tiempo después que el Sol se ha puesto, y cerca del lugar por donde lo hizo éste.
Ahora veamos la naturaleza del fenómeno de las alineaciones. Para ello sería conveniente recrear un pequeño Sistema Solar en una de las mesas de nuestra casa (ideal para realizarlo con nuestros pequeños), también podemos usar nuestra imaginación y plasmarlo en un dibujo.
Imaginemos que cogemos una sandía y la partimos en dos mitades Seguidamente, y sobre el centro de la mesa, depositamos una de las mitades de la mencionada fruta, después hacemos coincidir la otra mitad con su homónima, pero colocando ésta última por debajo. La sandía representa al Sol, y el plano que supone la superficie de la mesa es el Plano Orbital Solar. Sobre éste y por diferentes pistas (órbitas), y a modo de una gran rotonda con centro en el Sol, los verdaderos planetas se trasladan entorno a la estrella. Plutón no es considerado un planeta, entre otras razones porque su órbita no descansa sobre la mesa, debido a que ésta es muy inclinada. Cada planeta invierte un periodo de tiempo diferente en dar una vuelta a la rotonda solar, es decir cada uno tiene un año con una duración diferente. Pero se da la circunstancia que en ocasiones, varios planetas se alinean con la Tierra en el espacio (recordad que también se mueve nuestro planeta), es entonces cuando esos puntos errantes “parecen” reunirse en nuestro cielo, ofreciéndonos una conjunción o alineación planetaria.
Os invitamos a que salgáis a ver el cielo nocturno y experimentéis todo lo narrado en las líneas precedentes. Un consejo ¡Abrigaros!
Feliz Año
Mª Paz y Ángel, QdCA Astronomía Grañén