
El paso del Cristo fue portado por los miembros de la cofradía.
Grañén vivió con solemnidad y emoción la procesión del Miércoles Santo. Los primeros toques de trompetas y tambores rompieron el silencio que imperaba en la puerta del templo, anunciando la salida de las dos imágenes, el Cristo y la Dolorosa, que fueron portadas por los integrantes de la cofradía Santiago Apóstol.
El recorrido fue acompañado por las voces de reconocidos joteros y joteras del municipio, que interpretaron piezas dedicadas a las imágenes en diferentes puntos del trayecto. Desde un balcón cercano a la iglesia parroquial, Antonio Benedí fue el primero en cantar. Le siguieron Alberto Anadón, en la Plaza del Castillo; y Ainhoa Obón, en la calle Joaquín Costa, justo sobre el bar Teruel.

Salida de la procesión desde la iglesia.
El momento más emotivo llegó en la Plaza de España, donde tuvo lugar el Encuentro entre el Cristo y la Dolorosa. La primera imagen fue portada por un grupo de costaleros y la segunda, por las mujeres del colectivo. La escena, cargada de simbolismo y emoción, estuvo acompañada por la voz de la gran jotera Sheila Gavín. «Cuánto miedo y cuánto dolor hay en este encuentro; cuánta rabia y humillación, la que estáis sufriendo; cuánta maldad y cuánta tradición hay en tu calvario; un castigo injusto y cruel, sin haber pecado», cantó la jotera, actual concursante de Jotalent de Aragón TV.

Momento del Encuentro.
La procesión del Miércoles Santo forma parte de una Semana Santa que en Grañén vive una nueva etapa desde hace casi una década, cuando la Cofradía Santiago Apóstol recuperó esta tradición tras años de silencio. La implicación de los cofrades ha permitido reactivar este acto y además, vivir otros momentos destacados como la procesión del Domingo de Ramos -que se celebró por segundo año consecutivo- y el reciente encuentro de bandas, que tuvo lugar el pasado fin de semana y reunió a diez agrupaciones musicales en las calles de la localidad.