Tras la necropsia practicada a uno de los cadáveres, el Gobierno de Aragón atribuye a uno o varios perros salvajes el virulento ataque registrado este pasado jueves sobre un rebaño de ovino situado en el monte de Tardienta. Los hechos se saldaron con 21 ovejas muertas y 12 heridas.
Según fuentes de la DGA, los ejemplares presentaban mordeduras múltiples y además, sin la presión que suele ejercer un gran cánido como el lobo. Los animales aparecieron dispersos por el monte, después de que el ataque provocara la rotura del pastor eléctrico con el que habían sido protegidos durante la noche. En total, el rebaño estaba compuesto por unos 400 ejemplares.
Hace tan solo tres días, otro rebaño sufrió un ataque similar en una zona de monte próxima, dentro del término municipal de Senés de Alcubierre, que acabó con seis ovejas muertas y cinco heridas. Tras las necropsias practicas, la DGA también atribuyó estos hechos a uno o varios perros, descartando la acción del lobo detectado en Los Monegros, que reapareció hace dos semanas, tras más de cinco meses de inactividad.