El Ayuntamiento de Sariñena ha habilitado el centro juvenil así como cuatro viviendas con el fin de poder alojar a profesionales, empleados públicos o vecinos en cuarentena que precisen de estos espacios. En total, dispone de 50 camas, con el objetivo de hacer frente a cualquier tipo de eventualidad derivada de la crisis del coronavirus.
Del conjunto, 30 de las camas son literas ubicadas en el centro joven, que, de llegar a ser necesario, podrían destinarse a sanitarios o profesionales de los diferentes cuerpos de seguridad y emergencias, «como batallones del ejército, que necesiten de un centro logístico o personal de ambulancias», según explica el alcalde del municipio, Juan Escalzo. El resto, 20, están repartidas en cuatro viviendas, dos de titularidad municipal y dos cedidas por sendas familias de la capital monegrina.
Las camas, que ya están listas para su uso, se ofrecerán también a los trabajadores municipales que prefieran no regresar a sus casas al final de su jornada, como los miembros de la brigada, el personal de oficinas o, una vez concluido el actual confinamiento, a las trabajadoras de la residencia municipal.
También se contemplan otros usos. Por ejemplo, podrían cederse a alguna familia del municipio que tenga dificultades para cumplir con las normas de aislamiento en su propia vivienda o servir de alojamiento temporal a los usuarios de la residencia que puedan ser dados de alta. En la actualidad, siete de los contagiados por coronavirus están en la residencia de la Abubilla de Yéqueda, donde comparten espacio con residentes en igual situación derivados de otros centros de la provincia de Huesca.
«Nuestro objetivo es adelantarnos a cualquier situación y dar una respuesta inmediata a las necesidades que surjan», indica Escalzo, que, al mismo tiempo, agradece el gran esfuerzo que están desarrollando los trabajadores municipales así como la solidaridad del resto de la población.
Para habilitar las nuevas camas, como ejemplo, Antonio Gascón, de Sariñena, ha donado doce colchones, sumándose al esfuerzo que ya realizó antes la propia empresa familiar, Muebles Gascón, cediendo otros tantos para las trabajadoras y usuarios de la residencia municipal. «La respuesta de la población está siendo extraordinaria», recalca el primer edil, agradeciendo también el gesto de las dos mujeres que han cedido sus viviendas, Paquita Marín y Carmen Castillo.