Sena es un pueblo volcado con sus tradiciones. Allí, mayores, jóvenes y niños contribuyen al mantenimiento de aquello que les une e identifica. El Domingo de Pascua fue un buen día para comprobarlo. A primera hora, tuvo lugar el canto de las coplillas, con el debut de dos nuevos gaiteros, y después, un grupo de mujeres cumplió con las singulares Cortesías.
El municipio es además de los pocos que este lunes alargan las celebraciones de Semana Santa, con comidas campestres que comparten familias y amigos. La jornada es el perfecto colofón a estos intensos días, donde el Grupo de Tambores y Gaitas ha sido uno de los grandes protagonistas. «Tras dos años de parón, hemos retomado las actividades con muchas ganas», explica una de sus integrantes, Pilar Monter, feliz de la oportunidad de volver a hacer sonar los instrumentos.
La formación participó en las celebraciones del Domingo de Ramos así como en la procesión del Santo Entierro, que culminó con el canto de una saeta a cargo de Ignacio Ardanuy. También llevaron a cabo la tradicional Rompida de la Hora o Matracada y en esa misma jornada, fueron a buscar al Cristo a la ermita de la Santa Cruz.
El canto de las coplillas marcó el inicio del Domingo de Pascua. Tuvieron lugar a las 6.30 horas y contaron con la participación de un buen número de vecinos, que sumaron sus voces e instrumentos. Hubo gente de todas las edades. Los más jóvenes fueron los dos gaiteros debutantes, Marian Pellicer y Alejo Villafaina. Ambos son alumnos de la escuela local de gaitas y dulzainas. Y se pegaron el madrugón con gusto. De hecho, según explica su profesora, Nuria Montul, «salió de ellos mismos». «El día de antes se aprendieron las coplillas y se animaron a participar», añade la joven, todo un activo para el municipio, por sus dotes musicales y su implicación en las actividades culturales.
A las coplillas, siguieron las celebraciones del Domingo de Pascua, incluyendo las denominadas Cortesías. Laura Puisac, vecina de la localidad, fue la encargada de llevar a cabo las reverencias frente a las imágenes del Cristo y la Dolorosa. Los pasos fueron colocados frente a frente en la plaza Mayor. Al paso de la joven, Azucena Soteras y Noelia Tisaire fueron descubriendo el rostro enlutado de la Virgen.
Así, coplillas y Cortesías, volvieron a marcar, junto a la celebración religiosa, el final de la Semana Santa de Sena, que mantiene intactas sus señas de identidad gracias a la implicación de sus vecinos.
Dentro de tan solo unos días, sus ganas de dinamizar la vida cultural y social de esta población volverán a quedar de manifiesto durante la celebración de San Jorge. Todo el alumnado de la escuela de gaitas y dulzainas formará parte del pasacalles encabezado por la comparsa local de gigantes y cabezudos, elaborados por los propios vecinos, y después, los niños y niñas de la localidad ofrecerán una representación teatral basada en la leyenda de San Jorge. También habrá juegos y bailes en la plaza. Los actos darán comienzo a las 12.00 horas.