Los resultados preliminares de la autopsia determinan que el hombre de 41 años de edad y vecino de Sariñena que el pasado sábado fue encontrado muerto en una caseta de huerta falleció por intoxicación de monóxido de carbono. Por las mismas causas, y en estado grave, una mujer, también vecina de la capital monegrina, fue evacuada del lugar e ingresada en la UCI del Hospital San Jorge de Huesca.
Aunque al principio se barajó la hipótesis de una sobredosis por el consumo de drogas, los resultados iniciales de la autopsia apuntan a una intoxicación. A la espera de que se precise la fuente, ha transcendido que la caseta contaba con lámparas antiguas de candil. La Policía Judicial de la Guardia Civil mantiene abierta una investigación.
El hallazgo se produjo sobre las 20.00 horas. Al parecer, familiares de la mujer, que estaban preocupados por su larga ausencia, fueron los que alertaron a la Guardia Civil, facilitándole la última ubicación que ella misma había compartido con uno de sus allegados a través del teléfono móvil y que les conducía hasta la caseta situada en las inmediaciones del casco urbano de Sariñena. Al acercarse al lugar, los agentes identificaron el coche de la víctima, que tampoco contestaba al móvil, y finalmente, procedieron a forzar la caseta, que estaba cerrada con llave desde el interior. Allí encontraron al hombre sin vida y a la mujer con un pulso muy débil. Ambos estaban unidos por lazos de amistad y ninguno presentaba signos de violencia. La caseta, que sigue precintada, era propiedad del fallecido.
La mujer fue atendida por sanitarios del centro de salud de Sariñena y después, evacuada en ambulancia al Hospital Universitario San Jorge de Huesca, donde fue ingresada en la UCI.
El hombre, muy conocido en la capital monegrina, tenía dos hijos de 9 y 13 años de edad. El suceso ha causado consternación en Sariñena. Los hechos han tenido lugar en el pórtico de las cercanas fiestas de San Antolín.