El Ayuntamiento de Frula está llevando a cabo una tala controlada de pinos en la zona deportiva y la entrada a la población, con el fin de evitar el riesgo de caída que presentan algunos de estos ejemplares, especialmente vulnerables ante episodios de lluvia o viento dada su altura y longevidad.
Los trabajos están siendo ejecutados por una empresa especializada, a través de una grúa pluma, que permite ir fraccionando el árbol y depositando cada parte de forma cuidadosa, lo que evita riesgos sobre personas, mobiliario e instalaciones.
El alcalde del municipio, Joaquín Monesma, insiste en la necesidad de llevar a cabo esta actuación, con el fin de garantizar la seguridad de aquellos que a diario hacen uso de las instalaciones deportivas y el paseo situado en la entrada del pueblo. La tala, que culminará a lo largo de la próxima semana, se está llevando a cabo en las inmediaciones del campo de fútbol, la pista multiusos y las piscinas municipales.
Según explica el primer edil, existen varios antecedentes que justifican la actuación municipal. El suceso más trágico y reciente tuvo lugar en la localidad monegrina de Bujaraloz, donde un joven falleció al caer un pino sobre el banquillo del campo de fútbol en el que se refugiaba durante una tormenta. A raíz de este tipo de episodios de viento y lluvia, han sido además frecuentes las caídas de pinos en varios pueblos de colonización de la zona. En Montesusín, como ejemplo, su desplome causó importantes daños en varias viviendas; y en Frula, una tormenta causó la caída de hasta 30 ejemplares hace dos décadas. Por suerte, aunque hubo destrozos en instalaciones y mobiliario, no hubo daños personales.