Los danzantes han interpretado varias mudanzas de palos y espadas.
Los vecinos de Robres han vuelvo a cumplir con su tradicional romería a la Virgen de Magallón, a la que ha estado dedicada la actuación de su dance, con varios estrenos y una despedida. Por primera vez, Candela Serrano se ha vestido de danzante y Antonio Maza, lo ha hecho por última vez, cediendo su espada después de casi 40 años. Además, Jorge Domec y Gonzalo Gracia han debutado interpretando a los generales de los ejércitos turco y cristiano.
Para muchos, la jornada ha comenzado al alba, ya que alrededor de 80 personas han seguido fieles a la tradición de llegar andando al santuario. La mayoría ha partido a las 5,30 desde la localidad de Robres y en total, ha recorrido unos 16 kilómetros. Al llegar, su esfuerzo ha sido recompensado con un buen almuerzo.
A las 11.00 horas, ha tenido lugar la celebración de la misa y después, el dance, que ha arrancado con el diálogo entre mayoral y rabadán. Ambos han brillado, derrochando vitalidad y entusiasmo. Roberto Serrano es un caso excepcional entre los grupos de Los Monegros. De hecho, ningún otro mayoral ejerce su mando con igual brío, marcando el ritmo de las piezas y acompañando a sus discípulos. «Para nosotros, y para el resto de vecinos, es un día grande, al que nadie renuncia; es una cita destacada en el calendario», ha señalado el mayoral, que ha recordado además otros rasgos que hacen excepcional al dance de Robres. De hecho, es el único de los once monegrinos que se interpreta fuera de su propio pueblo y en una fecha diferente a la de su patrón o patrona. «Siempre ha sido así, siempre ligado a la romería al Santuario y por lo tanto, a la Virgen de Magallón», ha subrayado.
La celebración tiene su origen entre finales del siglo XIII y principios del XIV y en su momento, llegó a reunir a un total de 40 pueblos, desde Almudévar a Fraga, a los que se sumaban además otros situados en la provincia de Zaragoza, entre ellos, Perdiguera, San Mateo o Villamayor.
Para los nuevos generales, el reto era complicado, ya que debían sustituir a dos extraordinarios danzantes, José María Val y Carlos Lacruz, que se retiraron el pasado año, después de 42 años formando parte del ancestral grupo. Los aplausos del público han rubricado su exitoso debut. Al acabar, Gonzalo Gracia, que ha interpretado el papel del general turco, se ha mostrado «muy satisfecho». «Hemos trabajado mucho. En total, llevamos alrededor de un mes ensayando, con la ayuda de Roberto Serrano y Olga Bolea», ha señalado. El danzante está entre los más veteranos. De hecho, comenzó interpretando el papel de Ángel, que ahora desarrolla su hijo, y después, fue diablo y danzante. También toca la gaita y por convalecencia, y de forma puntual, llegó a sustituir una vez al propio mayoral.
Los vecinos también han dado la bienvenida a una nueva componente, Candela Serrano, que ha dicho sentirse «orgullosa» al poder formar parte de una de las tradiciones más arraigadas de su localidad. La joven también se ha mostrado «muy feliz» al poder compartir el día con su abuelo, Antonio Serrano, antiguo mayoral del dance. «Para mí, es un honor representar a mi pueblo y estar aquí con mi abuelo», ha subrayado la nueva danzante, hija además del actual mayoral.
A su lado, y sellando el traspasado de su espada, ha estado Antonio Maza, que comenzó a los 14 años y que ha dado el relevo con 53. «Hubiera podido seguir, por ganas e ilusión, pero hay gente detrás con deseos de danzar y por lo tanto, había llegado el momento de darles paso, lo que hago con alegría y orgullo», ha señalado.
Galería completa de la actuación del dance de Robres en Magallón.
Al diálogo entre mayoral y rabadán, ha seguido la lucha entre moros y cristianos, que ha contado con la participación de los generales de cada ejército así como con las figuras del Ángel y el Diablo, representando al Bien y al Mal.
Tras la parte teatralizada, ha llegado el momento de la interpretación de las tradicionales mudanzas de palos y espadas así como el recitado de las motadas, que el joven rabadán, Nico Domec, ha dedicado a cada danzante, aludiendo a alguna anécdota o vivienda particular. A cada una, le han seguido las risas y finalmente, los aplausos del público.
Al final, y de nuevo, el rabadán, que ha completado una gran actuación, ha sido el encargado de realizar un repaso en verso sobre algunas de las cuestiones de actualidad relacionadas con el municipio.
