Pallaruelo de Monegros ha celebrado el día grande de sus fiestas en honor de El Salvador. Esta mañana recorría sus calles la procesión de vecinos y danzantes, tras la que se sucedía la misa baturra, acompañada por la Escuela Municipal de Jota de Sariñena.
Al finalizar, unas 150 personas acompañaban en la plaza la actuación del grupo Fortún, que goza de un excelente estado de salud, contando hoy con una treintena de danzantes y danzantas, además de la incorporación de un nuevo cuadro infantil que se ha estrenado interpretando su primer paloteado.
Tras la tradicional pastorada ha tenido lugar la lucha entre turcos y cristianos, que estrenaba a Víctor Villellas como general de los primeros, y el enfrentamiento entre ángel y diablo. A continuación, Martín Blecua y Leandro Cucalón han hecho sonar sus gaitas para que los danzantes recitaran los dichos al santo. Tampoco han faltado las motadas de Paco Lasierra, jotero y rondador, repasando las anécdotas sucedidas a los vecinos a lo largo del pasado año, el recuerdo a los vecinos que ya no están, para finalizar con una petición al santo para que remita la actual sequía. Como colofón, el grupo de dance ha interpretado «la rueda», mudanza en la que entrelazan sus espadas, formando una plataforma compacta sobre la que se yergue el ángel tras su victoria sobre el diablo.
Por su parte, el mayoral, Francisco Pueyo, ha hecho referencia al encuentro comarcal de dances celebrado el pasado mes de junio en Sena, agradeciendo a organizadores y participantes el buen desarrollo de la iniciativa.
Las fiestas, que comenzaron el sábado, seguirán hasta el día 8. Así, el lunes habrá misa y comida popular. La tarde estará protagonizada por la ronda de peñas, acompañados de la charanga Osca, con concursos de disfraces y cocktails. Por la noche habrá doble sesión de baile con la orquesta Niágara. Y el martes, de nuevo, comida de convivencia entre todos los vecinos, fiesta de la espuma e hinchables y festival de jota a cargo de Aires Monegrinos, para acabar con la doble sesión de la orquesta Caramelo, en cuyo descanso se tirará la traca fin de fiestas.