Monegros ha vuelto a conmemorar de forma presencial el Día Internacional de la Mujer, tras el paréntesis del pasado año, aunque con un formato más reducido y sin la entrega del premio Gabardera. El acto ha tenido lugar en la localidad de Robres y ha reunido a mujeres de todo el territorio, clamando con una sola voz por una igualdad real y por la eliminación de los patrones machistas.
La guerra ha estado muy presente en cada intervención, por el dolor y el sufrimiento del pueblo ucraniano. En su clausura, la vicepresidenta de la Diputación Provincial de Huesca, Elisa Sancho, ha señalado que «la vuelta a la normalidad que este acto representa no se está dando en Ucrania, donde se ha desatado una guerra irracional y sin sentido». «Por ello, hoy más que nunca -ha dicho- nuestro recuerdo y acción está con todas esas mujeres, madres, parejas, hermanas, abuelas… que están huyendo del país en busca de refugio y padeciendo lo que ningún ser humando debería sufrir: las consecuencias de un enfrentamiento armado».
El premio Gabardera ha sido sustituido por la entrega de una rosa a la presidenta de la Coordinadora de Asociaciones de Mujeres de Los Monegros, Ana Belén González, en representación de todas las mujeres monegrinas, por su rasmia y entrega. Sancho ha sido la encargada de entregarla, haciendo hincapié en que la mujer «es la que mantiene vivo y activo el medio rural, gracias a su compromiso diario con nuestros pueblos».
También la pandemia ha aparecido en casi todas las intervenciones. Sancho ha querido recordar a aquellas mujeres monegrinas a las que les ha tocado vivir su vejez bajo la amenaza de la covid-19 y, al mismo tiempo, a aquellas volcadas en el cuidado de los más vulnerables, destacando a las trabajadoras de las residencias así como a las integradas en diferentes colectivos sociales. En su opinión, la pandemia ha vuelto a poner de manifiesto el «coraje femenino», ya que han sido muchas las que han estado «trabajando, ayudando y arrimando el hombro ante situaciones que nunca habíamos vivido». «La participación de la mujer en este ámbito, el asociativo, y en otros muchos, empresarial, ganadero, agrícola, deportivo, cultural, educativo, sanitario, político, asistencial es hoy en día indiscutible y nadie puede dudar hoy de que las mujeres hemos de tener igualdad de oportunidades para acceder a cualquier trabajo o puesto de responsabilidad», ha subrayado.
También a este destacado papel de la mujer rural ha hecho referencia el presidente de la Comarca, Armando Sanjuan. En su opinión, son ellas las que «asientan población y las que dinamizan los pueblos». De ahí, los esfuerzos de la institución, que este año celebra su 20 aniversario, para favorecer la conciliación laboral y familiar o prestar su apoyo a los sectores más vulnerables.
En su intervención, Sanjuan también ha insistido en la necesidad del relevo generacional en las asociaciones y colectivos que dinamizan la comarca, con el fin de que las nuevas generaciones «se impregnen de este espíritu de lucha y reivindicación».
Precisamente, la alcaldesa de Robres, Olga Brosed, también ha insistido en la misma idea, recordando que «queda mucho camino por hacer y por ello, necesitamos que las mujeres jóvenes se involucren, tomen el testigo y sigan porque la amenaza del retroceso persiste». «No podemos ni queremos parar esta lucha tan necesaria», ha aseverado. También ha dicho cumplir un sueño con la celebración de este acto en Robres.
La presidenta de la Coordinadora de Asociaciones de Mujeres de Los Monegros, Ana Belén González, además de insistir en el importante papel de la mujer en el medio rural, ha coincidido en que todavía quedan muchas metas por alcanzar. «El Día Internacional de la Mujer no tiene más principio que la justicia y más final que la igualdad. Y es de justicia que desaparezca la brecha salarial, que la maternidad no sea un obstáculo para conseguir un trabajo, que se erradique la violencia de género y que la mujer esté representada en todos los campos. Acabar con estas desigualdades es labor de todos y de todas», ha señalado.
En su opinión, «el azote de la despoblación hace que nuestra lucha deba ser más enérgica, debemos exigir políticas de formación y de empleo para las mujeres, de conciliación de la vida laboral y familiar y debemos denunciar y no silenciar la violencia de género». «El 8 de marzo es una jornada de reivindicación y por ello, desde la Coordinadora animamos a las asociaciones de mujeres a que sean espacio de reflexión, diálogo y reivindicación para modificar los patrones sexistas aprendidos y sustituirlos por otros modelos más participativos, que fomenten su desarrollo laboral, social y familiar», ha concluido.
El acto, que ha reunido a unas 200 personas, ha finalizado con la actuación musical del grupo “Edhu y Ery Four-Ever”. La programación continuará el 11 de marzo con la proyección de la película ‘Alegría’, ópera prima de Violeta Salama, en el Cine-Teatro El Molino de Sariñena.
