El Ayuntamiento de Alcubierre ha invertido 16.000 euros en la instalación de once videocámaras en diferentes puntos de su casco urbano. El objetivo es frenar los constantes robos sufridos en granjas, almacenes y viviendas. El último tuvo lugar el pasado mes de diciembre en una casa situada en una de las entradas del pueblo, donde ya se habían colocado dos dispositivos de vigilancia. Las imágenes grabadas, que se almacenan de forma automática, fueron visionadas por la Policía Judicial de la Guardia Civil y se espera que ayuden a esclarecer este último suceso.
La instalación de los dispositivos ya está muy avanzada y finalizará en los próximos días, según ha explicado una de las concejalas municipales, Ana Belén González. Las videocámaras se reparten entre las zonas más céntricas del casco urbano y las entradas y salidas del pueblo, lo que favorece la identificación y seguimiento de personas y vehículos sospechosos.
No es la primera vez que los cacos asaltan una vivienda en Alcubierre. A principios de 2022, es decir, hace un año, ya tuvo lugar un suceso idéntico. En esa ocasión, se cree que los propietarios llegaron cuando los cacos todavía estaban dentro y salieron al ser avisados por un compinche situado en el exterior. Tras ello, y a lo largo del pasado año, el goteo de hurtos continuó en granjas y almacenes.
«Teníamos que hacer algo, con el fin de mejorar la seguridad de la gente y frenar este tipo de sucesos», indica González. «Los robos han sido constantes en los últimos meses y por lo tanto, era necesario encontrar la forma de disuadir a los autores de estos delitos o, al menos, aumentar las posibilidades de su identificación», añade.
Las imágenes de las videocámaras se almacenan de forma automática en un servidor y únicamente, pueden ser visionadas con autorización judicial, lo que evita vulnerar los derechos y libertades de los ciudadanos. Para la edil, se trata de una herramienta que puede ser «muy útil», especialmente ante el limitado número de agentes de la Guardia Civil destinados a Los Monegros. «Tenemos una comarca muy extensa y por lo tanto, imposible de cubrir con el número de efectivos actuales», indica González. «Aunque nosotros demos el aviso de la existencia de un coche sospechoso, los agentes tardan en responder a la llamada y recorrer la zona», sostiene.
Según los datos ofrecidos de forma reciente por la Delegación del Gobierno en Aragón, un total de 27 municipios aragoneses cuentan ya con autorización para la instalación de videocámaras de seguridad. En suma, son 340 dispositivos instalados. Utebo y Barbastro encabezan la lista, con 40 cada uno, y después, figura Caspe, con 39.