Femoga ha incluido en su última jornada la entrega del II Premio Darío Vidal Llisterri, que ha recaído en un veterano productor, Anselmo Marzo, cuya familia lleva varias décadas dedicada a la conservación y divulgación del auténtico nabo de Mainar (Zaragoza). A sus 86 años, ha representado a cuatro generaciones entregadas a esta labor.
Tras la aparición de la patata, fue la única familia que mantuvo el cultivo de este nabo, documentado desde el siglo XVIII y apreciado en la cocina, según ha explicado el gastrónomo, escritor e investigador Ismael Ferrer. De hecho, se trata de una variedad tierna, sabrosa y dulce. Además de mantener su cultivo, la familia Marzo ha realizado una gran labor de promoción y difusión, distribuyendo semillas entre aquellos que mostraban interés.
La decisión del jurado ha sido complicada. En total, recibieron cinco candidaturas, donde figuran proyectos muy interesantes relacionados con la recuperación de diferentes variedades agrícolas o iniciativas de difusión del patrimonio agroalimentario.
El galardón lleva el nombre del periodista, escritor y crítico gastronómico Darío Vidal Llisterri, natural de Alcañiz, donde falleció en mayo de 2020. Precisamente, su hijo, Miguel Vidal, ha sido el encargado de desvelar el nombre del ganador y hacerle entrega del premio, que consiste en una obra del escultor Pedro Anía. Al acto, entre otros, también ha acudido el alcalde del municipio y presidente del Comité Organizador de Femoga, Juan Escalzo.
El Premio Darío Vidal Llisterri está dedicado a reconocer a aquellos que trabajan por el patrimonio agroalimentario, es decir, profesionales o proyectos dedicados a la defensa y a la conservación de semillas, razas animales, recetas o formas de hacer propias de Aragón. En su primera edición, el premiado fue el ganadero Virgilio Altabás, vecino de Sariñena, por su contribución a la conservación de la raza Pirenaica.