Más de una treintena de personas participaron este pasado sábado en la primera convocatoria abierta para definir los usos futuros de la Casa de Obediencias de la Cartuja de Las Fuentes (Sariñena). El presidente de la DPH, Isaac Claver, fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes y de explicar, junto con el director general de Relaciones Institucionales, Acción Exterior y Transparencia del Gobierno de Aragón, Miguel Ángel Lafuente, en qué va a consistir el proceso que concluirá a mediados de 2025.
Tal y como señaló Claver, la Diputación Provincial de Huesca ha impulsado este proyecto «con el fin de recabar la opinión de distintos ámbitos de la ciudadanía del territorio y lo hemos hecho apoyándonos en el Laboratorio de Aragón Gobierno Abierto que son quienes tienen la experiencia y quienes nos podrán guiar en nuestro objetivo». «Creemos que el conjunto patrimonial que tenemos en La Cartuja puede ser un motor y un revulsivo socioeconómico tremendo, ya no sólo para Monegros sino en general para toda nuestra provincia», añadió.
Los agentes del territorio, instituciones y asociaciones que participaron en esta primera sesión informativa tomaron nota de los primeros talleres que se van a desarrollar a continuación: el primero el 22 de octubre en horario de tarde en Sariñena y el siguiente el día 11 de noviembre, también en horario de tarde, y que será en Lanaja. Se animó a todos los asistentes a participar en cada una de las fases pero también a difundirlo entre el resto de la ciudadanía «para llegar a cuantos más, mejor».
Una vez superadas las fases de diagnóstico, información y debate, que se prolongarán durante varios meses, las distintas propuestas serán analizadas por Diputación Provincial de Huesca para comprobar la viabilidad económica y proceder a una inversión detenidamente estudiada.
El edificio de Obediencias
La Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 2002. Después del conjunto conventual, el edificio más destacado es el de obediencias. Como va a ser allí donde se va a focalizar el trabajo, tras la sesión informativa, se llevó a cabo una visita guiada tanto por parte del coordinador técnico de la Cartuja, José Miguel Pesqué, como por la arquitecta de la Diputación de Huesca, Laura Puyal.
Este edificio, de más de 1.000 metros cuadrados, debe su nombre a que albergaba los distintos oficios que realizaban los trabajos necesarios para el funcionamiento del monasterio. Conserva distintos elementos patrimoniales tales como una gran chimenea y horno, o un polvorín en la bodega construido en tiempos de guerra.