El Ayuntamiento de Sariñena ha iniciado las obras de remodelación integral de la Plaza de España, que suponen una inversión de 230.000 euros con cargo al Plan de Obras y Servicios de la Diputación de Huesca. Ante la inquietud vecinal, el alcalde del municipio, Juan Escalzo, ha confirmado que el monolito situado en el centro será retirado de una sola pieza y trasladado a otro emplazamiento todavía por determinar. «No se destruirá; intentaremos sacarlo completo y preservarlo», ha indicado.
Las obras, que comenzaron esta misma semana, tienen un plazo de ejecución de nueve semanas y están siendo desarrolladas por la empresa Paobal. Los trabajos cambiarán por completo la fisionomía del corazón del casco histórico, con la supresión de las plazas de aparcamiento y eliminando los actuales desniveles. Habrá cuatro zonas verdes, se instalará nuevo mobiliario y además, no será posible circular por delante del edificio consistorial, incorporando esa zona a la propia plaza, según ha detallado Escalzo. «Tendremos una plaza viva, más accesible y sin barreras», ha indicado el primer edil.
Las obras incluyen además la renovación completa de la red de agua y abastecimiento de la plaza y el acceso de las calles adyacentes. Para suplir la pérdida de plazas de aparcamiento, el consistorio ya impulsó la adecuación de un solar cercano y además, dejará dos zonas de carga y descarga. También se llevó a cabo el derribo de la Casa Laín con el fin de ensanchar la entrada a la calle Ugarte.
Hace unos días, la Asociación de Vecinos del Casco Histórico lamentaba el inicio de las obras sin un proceso previo de participación ciudadana y además, mostraba sus dudas sobre el presumible diseño, señalando la necesidad de contar con una plaza «viva y habitable» sin que fuera convertida en una plancha de hormigón con la excusa de servir de escenario cinco días al año.