Como ha ocurrido en otras localidades, el Ayuntamiento de Capdesaso ha trabajado intensamente durante el confinamiento para facilitar la situación a sus vecinos, cuyo comportamiento “está siendo ejemplar” en palabras del consistorio.
Así, a los pocos días de declararse el estado de alarma se repartió a todos los vecinos un kit compuesto por una mascarilla y geles hidroalcohólicos, que facilitasen una salida segura de casa. Lo mismo se hizo semanas después con los niños y jóvenes, cuando llegó el momento de poder salir a pasear. El consistorio ha estado especialmente pendiente de los vecinos, realizando llamadas telefónicas a las personas más mayores y que viven solas, para comprobar que estaban bien y ofreciéndose ante cualquier necesidad. Además, todas las tardes ha habido un rato de música por megafonía para animar las calles vacías y levantar el ánimo de la población.
También la tienda y el botiquín farmacéutico han seguido al servicio del público pero con adaptaciones. Los vecinos podían hacer sus encargos por teléfono y, Manfred y Marina quienes regentan el establecimiento actualmente, se encargaban de llevar a cada casa la compra, cumpliendo con las medidas de seguridad. En el caso del botiquín farmacéutico, ha sido el alguacil el encargado de repartir los pedidos para que nadie tuviera que salir de casa.
Y puesto que las fiestas en honor a la Sta. Cruz tuvieron que suspenderse, el Ayuntamiento y la Asociación Cultural organizaron una celebración alternativa para los vecinos el pasado fin de semana: el café concierto tuvo lugar por megafonía; el reparto de dulces típicos de la fiesta fue llevado a todas las casas, junto con flores para adornar las ventanas y balcones y se repartieron raciones de sartenada para degustar en familia.