El espacio expositivo Casa Miguelé, ubicado en la localidad de La Almolda, invita a viajar en el tiempo a través de una exposición de trajes de novia anteriores al año 1980. Hay un total de 30, el más antiguo está fechado en 1890, una auténtica joya artesanal del pasado.
Con entrada gratuita, la muestra estará abierta los fines de semana del 16 de noviembre al 8 de diciembre. Todo un regalo para quienes quieran conocer la evolución de la moda nupcial. Y es que habrá una gran disparidad de modelos, que permitirá conocer los ritos y costumbres de otras épocas. También los cambios en las telas, cortes y diseños, según explican desde la organización de la muestra, que es el resultado de la colaboración entre la biblioteca municipal, el taller de restauración del espacio expositivo y la propia guía de Casa Miguelé, Pilar Labrador.
El traje más antiguo sorprende por su color negro, lejos del blanco que se considera tradicional y que se asocia con las bodas más clásicas. El vestido está compuesto por falda, corpiño y enaguas, y además, destaca por un delicado encaje en el pecho.
Cada vestido es un relato de su tiempo, y por lo tanto, un reflejo de los cambios sociales y culturales. A principios del siglo XX, casarse de negro o en tonos oscuros era común, y estos vestidos no solo servían para el día de la boda sino que las novias los reutilizaban para ocasiones especiales en épocas de escasez. Durante los años 40, 50 y 60, en medio de la posguerra y las dificultades económicas, el traje de novia acompañaba a las mujeres en días festivos e incluso, en casos trágicos, se convertía en su última vestimenta. Con el paso de las décadas, el blanco fue tomando protagonismo, y en los años 60 marcó el inicio de una tendencia que se mantiene hasta la actualidad.
La idea original de la muestra, que se inaugura este fin de semana, fue de la guía del espacio, Pilar Labrador, y, como colofón, está prevista la organización de un desfile con los trajes expuestos. Será el 28 de diciembre. El espacio expositivo Casa Miguelé es además finalista a la Mejor Experiencia Turistica de Aragón 2024.