En primer plano, las obras de construcción de la explotación. Al fondo, el tozal de la Cobeta.
Los usuarios de las redes sociales han sido los primeros en reaccionar a la construcción de una explotación porcina en las inmediaciones del principal emblema de Los Monegros, el tozal de la Cobeta, utilizado en cada una de las acciones de promoción turística del territorio. Las imágenes comenzaron a difundirse hace ya varios días, generando diferentes opiniones, entre ellas, críticas al lugar elegido, la sierra de Jubierre, un espacio cada vez más visitado y valorado.
Impulsada por un particular y ubicada en el municipio de Sariñena, la explotación, que dará cabida a unos 4.000 animales, cuenta con los correspondientes permisos. La asociación SEO Birdlife fue la única que presentó alegaciones a la declaración de impacto ambiental, aunque fuera de plazo y sin poner el foco en su impacto visual, el que más revuelo ha causado en el territorio, especialmente en las redes sociales.
El presidente de la Comarca, Armando Sanjuan, también reconoce que la construcción interfiere con el paisaje. «Se trata de un lugar emblemático, un símbolo, que se verá distorsionado», admite. La granja está a menos de 500 metros del tozal de la Cobeta, que, aunque está considerado un lugar de interés geológico, carece de protección. Por ello, Sanjuan admite que existe escaso margen de maniobra. «Las obras ya están iniciadas y el proyecto, aprobado; nada o poco se puede hacer», señala.
Ahora bien, de cara al futuro, el presidente comarcal aboga por impulsar algún tipo de figura de protección. Y no solo sobre la sierra de Jubierre. También cree necesario salvaguardar otros elementos del patrimonio natural de Los Monegros. «Aunque para este caso ya llegamos tarde, hay que evitar que este tipo de situaciones se repitan en el futuro», insiste. «Habrá que convocar a los municipios afectados e iniciar acciones conjuntas, siempre desde el consenso», subraya, haciendo referencia a que existen diferentes fórmulas más allá de la controvertida posibilidad de impulsar un Parque Nacional. Y es que esta opción, que ha sido planteada en varias ocasiones desde Seo Birdlife, la última hace tan solo unos meses, causa recelo en el territorio, al considerar que limitará el desarrollo de actividades económicas.
La alcaldesa de Castejón de Monegros, Ana Puey, considera que su municipio «es el más perjudicado» por la construcción de la explotación porcina. De hecho, la mayoría de este paraje natural está en su término municipal, beneficiándose del desarrollo de eventos, visitas y rodajes. Aquí se celebra el festival Nowhere, con cerca de 4.000 participantes, y por sus caminos, ruedan los 8.000 bikers de la Maratón Orbea Monegros. Ataviados como dos budas, Adreu Buenafuente y Berto Romero grabaron aquí una de las promos de su nuevo programa ‘Nadie sabe nada’. La sierra de Jubierre también ha sido escenario del rodaje de ‘Incierta Gloria’ o de videoclips de conocidos artistas, entre ellos, Pablo Alborán y Ruth Lorenzo.
El tozal de la Cobeta es la imagen de referencia desde que hace 20 años la Comarca asumió la competencia de promoción turística. Su aridez y plasticidad se han convertido en un referente del paisaje estepario de Aragón y España, atrayendo a turistas con intereses tan variados como rodar en bicicleta, disfrutar de la tranquilidad o fotografiar el paisaje. También es el lugar más demandado por directores y productoras.
«Somos los que más perdemos; es el lugar más demandado para rodar», insiste Puey, reconociendo que la ubicación de la nueva explotación «desluce y afea» el paisaje. Ahora bien, la primera edil insiste en que «los ayuntamientos poco o nada podemos hacer cuando una institución superior da el visto bueno a un proyecto de este tipo». Y lo mismo explica el alcalde de Sariñena, Juan Escalzo, al señalar que su ayuntamiento se limitó a seguir el procedimiento habitual. «Si a mí como alcalde me viene una licencia con todos los permisos y visto bueno de instancias superiores, no tengo de otra que darle la licencia o estaría prevaricando», explica.
El primer edil asegura además que «la fotografía que ha circulado a través de las redes sociales fue tomada desde un plano que desvirtúa la realidad de la distancia existentes». «La granja -prosigue- sí que está en las inmediaciones del tozal, tanto esta como bastantes más construidas hace unos años, que han convivido durante todo este tiempo con todas las actividades turísticas que rodean a este paraje tan querido por todos». «Es indudable que en una zona eminentemente agrícola y ganadera la realidad impera y lo que tenemos que hacer es compaginarlo todo. Necesitamos el turismo, necesitamos los agricultores y necesitamos los ganaderos. Creo que en buena armonía, todos cabemos», concluye.
