Los Monegros es hoy territorio de cine. En 2021, y batiendo un nuevo récord, la comarca fue escenario de casi un centenar de rodajes. A su despegue como plató de cine, han contribuido reconocidos cineastas. Bigas Lunas fue uno de los primeros. A través de la película ‘Jamón, jamón’, el director dio a conocer al mundo la belleza de Los Monegros. O, dicho de otra manera, «puso esta zona en el mapa».
Esta última frase es reciente. De hecho, la dijo hace tan solo unos días el periodista cinematográfico Luis Alegre, en el marco de los actos previos a la celebración del festival de cortometrajes La Mirada Tabú, que rinde este año homenaje a la figura de Bigas Lunas y a los 30 años de ‘Jamón, jamón’.
Durante el pasado jueves, Luis Alegre y la directora del festival, Vicky Calavia, mantuvieron una charla sobre el impacto de este largometraje, que fue rodado casi al completo en la comarca de Los Monegros y que hizo coincidir a tres jóvenes promesas del cine (Jordi Mollá, Penélope Cruz y Javier Bardem). Para la popular pareja, fue su primer trabajo juntos. El acto tuvo lugar justo antes de la inauguración oficial de la exposición que sobre los 30 años de ‘Jamón, Jamón’ está instalada en los Antiguos Depósitos de Agua Pignatelli de Zaragoza. Allí se puede visitar hasta el próximo 31 de diciembre.
Dentro del mismo aperitivo, el festival de cortometrajes La Mirada Tabú, que arrancará de forma oficial el próximo 9 de diciembre, ha organizado este viernes un recorrido por la ruta turística de la película ‘Jamón, jamón’, inaugurada en el año 2018 e ideada por la propia Vicky Calavia. Suma 42 kilómetros, con paradas en Monegrillo, Bujaraloz, Peñalba, Candasnos y Pina de Ebro, con el fin de que el visitante pueda pisar algunas de las localizaciones más famosas de la película, del toro de Osborne de Peñalba al campo de fútbol de Monegrillo.
El itinerario, que ha permitido reivindicar el valor de esta ruta, ha contado con la participación de la viuda de Bigas Luna, Celia Orós, y la hija del realizador, Betty Bigas. También han estado el presidente y vicepresidenta de la Comarca, Armando Sanjuan y Olga Brosed, o el director gerente de Turismo de Aragón, Alfonso Salillas.
El alcalde de Monegrillo, Alejandro Laguna, ha sido el encargado de dar la bienvenida a los asistentes. El edil ha hablado del gran impacto que la grabación de la película generó en la zona, «marcando un punto de inflexión y convirtiéndola en un atractivo plató de cine». «Para nosotros, es una satisfacción que el proyecto siga vivo 30 años después, a través de acciones como la ruta turística o los actos organizados en el marco del festival La Mirada Tabú», ha señalado. También sigue presente en el recuerdo de sus habitantes. Su director tiene una calle con su nombre en este municipio y además, un mural con la frase que le dedicó en su discurso como pregonero de las fiestas del Pilar de Zaragoza: «En estas tierras, desde Monegrillo, he tocado la luna».
Bigas Luna bautizó a Penélope Cruz como ‘la perla de Monegrillo’ y además, la localidad se convirtió en uno de sus lugares favoritos en sus frecuentes visitas a tierras aragonesas. De hecho, muchas de las celebraciones familiares tuvieron lugar en un restaurante de esta localidad y siempre con el mismo menú: cordero asado con patatas. La pasión del director por la comida, pero también por el sexo o los animales tiene su reflejo en ‘Jamón, jamón’, donde, según reconoció, también quería mostrar «todo lo que suponía ser español, lo bueno, lo malo y lo peor».
Aunque algunas no lo necesiten, dada su popularidad, las once localizaciones de la ruta turística de esta película están señalizadas e incorporan un panel explicativo. En Monegrillo, está el campo de fútbol en el que Javier Barden se instruía en el arte de torear; y en Peñalba, el toro de Osborne, al que Jordi Mollá le rompía los huevos a puñetazos tras discutir con Penélope Cruz.
En estas dos localizaciones, han hecho parada los integrantes de la visita organizada a través del festival La Mirada Tabú, volcado en su particular homenaje al cineasta y a los 30 años de ‘Jamón, jamón’, que, además de descubrir el talento de sus protagonistas, también hizo brillar a Los Monegros. «El impacto del rodaje fue muy positivo, por su repercusión económica y social, ya que atrajo otros proyectos de calado y además, dejó un gran recuerdo en sus habitantes, que tuvieron la oportunidad de presenciar en primera fija el desarrollo de la grabación», ha señalado Calavia.
El tirón se mantiene a día de hoy. De hecho, la última en grabar en este territorio y además, confesar su admiración hacia este «hipnótico» lugar, ha sido la directora aragonesa Pilar Palomero, que rodó aquí varias escenas de ‘La maternal’.