¿Qué le llevó a adentrarse en el mundo de la música y convertirse en Dj?
Me ha gustado toda la vida. De pequeño sentía mucha curiosidad pero necesitas muchos medios para empezar y cuando eres tan joven lo ves muy inaccesible. Cuando crecí, conocí a un Dj que estaba montando un bar en Sariñena y, por las tardes, me enseñaba a pinchar. Además, poco antes me habían regalado mis padres una mesa pequeña, y así fui aprendiendo.
¿Cómo lo compagina con su trabajo como militar?
Lo compagino bastante bien, trabajo como cabo de caballería en el Regimiento Pavía 4 de la Brigada de Aragón de lunes a viernes y esto es más un trabajo de fin de semana. Lo que hago es organizarme y, si me sale algún acto entre semana, tengo bastante libertad en ese sentido. Además en verano suelo cogerme una licencia para dedicarme plenamente a los eventos y bolos que van surgiendo.
¿Cuál fue su primera actuación y qué sensaciones tiene cuando pincha?
La primera no oficial fue para la Nochevieja de 2021. Con mi grupo de amigos contratamos una discomóvil pero no encontrábamos Dj. Es gracioso porque esa fue la primera vez que pinché. La primera oficial fue Carnaval de la Agrupación de Peñas de 2022. Tengo muchas sensaciones. Hay de todo, desde pasártelo súper bien, estar a gusto y tranquilo, a ponerte muy nervioso porque la has liado con algo.
¿Cómo describiría su estilo y qué lo diferencia de otros?
Creo que mi estilo se diferencia por la variedad, que pincho música de todos los estilos habidos y por haber. Lo describiría como un estilo divertido. Quiero que la gente se lo pase bien, que cante y que baile, y me gusta adaptar la música al momento. No hay nadie a quien me quiera parecer, me inspira la música en general y, si una canción es buena y me transmite buen rollo, la pongo. Además, todas las semanas me descargo música nueva. Hay que estar muy concentrado para no repetir canciones y muy pendiente de lo que ya has puesto y lo que te falta. Cuando repites una canción, si a alguien le gusta no le va a importar o no se va a dar cuenta pero, a quien no le guste, sí que lo va a notar y mucho.
¿Cuál ha sido el momento más memorable de su carrera?
Las fiestas de Teruel. Acabé con los pelos de punta porque es otro nivel, es el templo de las fiestas de verano de Aragón. También el festival Zaragoza Florece, que acabé temblando. Era una fiesta en la que no iba a haber Dj pero la organización pidió permisos y me llamaron. Yo tenía un viaje programado y la noche de antes lo cancelé para poder estar. Hubo un ambiente genial en el parque grande de Zaragoza. Hubo muchísima gente, parecía el Pilar. Fue inolvidable.
¿Cómo gestiona esos momentos en los que el público no responde como espera?
Probando todos los palos. A veces va muy bien que la gente te pida canciones y, si te encajan, las puedes poner y así vas viendo el rollo que les gusta. Va bien que te las pidan pero no que te las exijan, pero está bien que te hagan sugerencias. Entran en juego otros factores como las condiciones de la sala, que hacen mucho, por ejemplo las luces o el sonido. También la edad y el estilo de la gente. Vas observando y viendo si se animan más con un estilo u otro y te vas adaptando.
Si pudiera compartir cabina con cualquier Dj del mundo, ¿quién sería y por qué?
Tendría que ser con alguien que se lo pasa muy bien, que es divertido y que transmite buen rollo. Al final no es el nombre del Dj sino su persona en sí. Tengo ejemplos cercanos, la gente con la que comparto cabina hoy en día, Rialto e Isma Nordic, por ejemplo, que son personas que trasmiten mucho buen rollo al público. Al final, de normal estás solo en la cabina y agradeces el buen rollo que te pueda transmitir el otro Dj. Por suerte, con la mayoría de compañeros que he coincidido siempre ha habido una buena conexión.
¿Qué metas tiene para los próximos años?
Seguir creciendo y empezar a producir. A veces tengo canciones que me gustan mucho pero no encuentro la versión que me pegaría a mí para pincharlas. Por eso, me gustaría crear mi propia música para meterla en un estilo que a mí me guste. Además, a veces ocurre que compras o te descargas canciones y están en mala calidad, y eso se nota mucho cuando haces una sesión y el sonido no es bueno. Así también podría controlar bien eso.
Si pudiera crear un festival en Sariñena, ¿cómo lo imagina? ¿Qué tipo de artistas invitaría?
Soñando mucho, sería un festivalazo con varios estilos y, si lo pudiera hacer a lo grande, habría tres o cuatro escenarios. Lo he pensado muchas veces y, si pudiera crear un proyecto musical que fuese mío, me encantaría hacer un festival de dos o tres días con acampada incluida. En Sariñena tenemos buenos sitios para hacerlo y, además, estamos en un buen punto. Monegros está muy bien situado y creo que este es un buen lugar para todo este tema. Sin duda invitaría a mis compañeros de la zona.
Desde hace un tiempo vemos su cara en los tardeos de Zaragoza. ¿Qué significa para usted participar en un evento como el Tardeo Canalla?
Simplemente me encanta. Pinchar en el tardeo en Zaragoza mola mucho y, además, siempre aprendes cosas nuevas. Es algo que te da la continuidad de pinchar todos los fines de semana, y eso, en los meses más flojos, te da estabilidad. Tengo que agradecer a Rialto, el Canalla número uno, que confió en mi para entrar y, ahora, más que un compañero, se ha convertido en un amigo.
¿Qué opina de la tendencia del “tardeo” en España? ¿Cree que está transformando la forma en que vivimos la fiesta y la música en directo?
Sí, ha cambiado mucho desde el Covid. Aquí no éramos de salir desde las cuatro de la tarde y, con las restricciones de la pandemia, al haber toque de queda se cambió la dinámica a salir mucho antes e irnos a casa más pronto. En Zaragoza el tardeo está al alza, hay muchos y ahora mismo está en un momento top.
También le vimos, como ha mencionado antes, en las fiestas de Teruel, ¿cómo maneja la presión de actuar en un evento tan popular?
Siento muchos nervios antes de empezar, pero en el momento en el que le das al ‘play’ al primer tema ya te vas relajando. También te serenas cuando ves cómo va respondiendo la gente y si les gusta lo que escuchan. Si los ves disfrutar y pasárselo bien te sientes feliz de ver que tu trabajo les está gustando. Es una satisfacción porque es el fruto de un trabajo de muchísimo tiempo.
Sin duda, donde siempre ha estado presente es en su pueblo, Sariñena. El chupinazo de sus fiestas se ha convertido en uno de los actos más destacados. ¿Qué opina de su evolución?
El chupinazo de Sariñena es el día que más me gusta de las fiestas. Se monta un ambiente brutal con el tardeo y con la cantidad de Djs que participamos, y a la gente le gusta y eso anima mucho. Desde aquí quiero agradecer a la Agrupación de Peñas porque se lo han currado muchísimo y por haber confiado en mí desde el principio y para todo.