Un total de 80 páginas con medidos textos y potentes imágenes dan forma al primer cómic histórico sobre la figura del monegrino más universal, Miguel Servet (Villanueva de Sijena, 1509 – Ginebra, 1553). La publicación, que lleva el sello de la Editorial Serendipia, será presentada este fin de semana en Villanueva de Sijena, con la presencia de su guionista, Javier Marquina, y del historiador José Luis Corral, que asesoró a los autores y además, dio forma a la reseña histórica. Las ilustraciones son obra del artista andaluz Roberto García Peñuelas.
El acto, que ha sido organizado por el Instituto de Estudios Sijenenses, tendrá lugar el próximo sábado, día 28, a las 12.00 horas, en la casa natal de Miguel Servet. La actividad, de entrada libre, se desarrollará tan solo una jornada después de que se cumplan 470 años de la muerte del médico, teólogo y humanista aragonés, que fue perseguido y condenado a morir a la hoguera en 1553.
El cómic vio la luz durante el pasado verano, según explica su guionista, Javier Marquina, que realiza un positivo balance de su recorrido. De hecho, ya ha alcanza su segunda edición. «Se trata de una obra con un nicho de mercado muy definido y de momento, está funcionando muy bien, lo que supone una gran alegría, ya que eso significa que hay mucha gente que ha podido acceder al personaje y profundizar en su figura», explica.
Precisamente, y tal y como explicó en su presentación, la obra tiene como objetivo ayudar a conocer la verdadera dimensión de Miguel Servet, que sigue siendo un personaje «muy desconocido» dentro y fuera de Aragón. «La idea era contar su vida, pero sin hacer una biografía al uso, insistiendo en su labor más desconocida, es decir, como teólogo y reformista, lo que nos lleva a centrarnos en tres de sus libros, que marcan su pensamiento y su periplo vital», recuerda Marquina.
El proyecto surgió del propio editor de Serendipia, Ángel Serrano, después haber leído la novela ‘El médico hereje’ de José Luis Corral, al que sumaron al proyecto, como asesor y autor del epílogo histórico. «No fue una obra sencilla; los cómics históricos siempre suponen un gran reto y una responsabilidad, ya que debes ser fiel a los hechos y al carácter del personaje. Ahora bien, me alegro mucho de haber aceptado el desafío, ya que he podido descubrir a un personaje fascinante y además, la gente que lo ha leído nos están haciendo llegar comentarios muy positivos, reconociendo el valor del género y su potencial pedagógico para acercar personajes históricos como Miguel Servet», reconoce Marquina.
La publicación describe el afán de conocimiento de Miguel Servet y, al mismo tiempo, su carácter irreverente, audacia y valentía, denunciando la corrupción de las cúpulas eclesiásticas y defendiendo con argumentos sus ideas. Para los grandes reformistas de la época, Miguel Servet se convirtió en una amenaza contra sus intereses políticos y eclesiásticos, lo que le llevó a ser arrestado, enjuiciado y condenado a morir en la hoguera.
Marquina asegura que el cómic sirve para dejar claro el gran valor del personaje, que, tal y como subraya, fue «un exponente de la libertad de pensamiento y expresión». «Ante todo, Miguel Servet defendía la libertad de ideas frente a los dogmas establecidos por la iglesia católica y protestante, y eso es lo que debe perdurar en el tiempo y por lo que debe ser recordado», señala.
Miguel Servet, que desarrolló en sus obras su negación de la Trinidad, llevó la defensa de sus ideas hasta las últimas consecuencias. De hecho, llegó a presentarse ante su principal enemigo, Juan Calvino, aun sabiendo que aquella decisión podría conducirle de forma directa a la muerte. Y así sucedió.
La parte final del cómic incorpora una conversación ficticia entre Servet y Calvino, de la que no hay constancia histórica, pero que ayuda a seguir la historia y definir al personaje, según explica Marquina. En su opinión, la lectura de la publicación debe llevarnos a una reflexión final «observando que en la actualidad decir aquello que creemos o pensamos no nos condena a una hoguera real, pero a veces sí a una hoguera metafórica»
El cómic sobre Servet es una obra para todo tipo de público. Dentro de sus bondades, permite hacer «digeribles» escenas tan duras como la quema de una persona en una hoguera. Asimismo, insiste el autor, «es un vehículo perfectamente válido para contar la Historia, que durante mucho tiempo ha sido explicada como un conjunto de nombres y cifras, lo que resulta bastante árido, especialmente cuando profundizas e investigas y descubres que es una auténtica aventura, muy divertida y entretenida; un verdadero juego de complots».
Aunque se hace referencia a los orígenes de Servet, natural de Villanueva de Sijena, el argumento de la publicación arranca ya en Italia, donde el lector se encuentra con un joven ansioso de conocimiento bajo la tutela de Juan de Quintana.
Las ilustraciones están muy cuidadas, es decir, son muy fieles a las características y ambientes de la época, reconstruyendo al detalle plazas y edificios destacados en la Europa del Renacimiento. Roberto García apuesta por un dibujo realista y definido.