De izquierda a derecha, Roberto Carlos Gallego y Valentín Cacault, tras la entrega de premios organizada en Villanueva de Sijena.
La entrega de premios del certamen de relatos cortos ‘Tierra de Monegros’, que se celebró el pasado viernes en la localidad de Villanueva de Sijena, volvió a tener un marcado acento argentino. Un escritor procedente del país latinoamericano fue el ganador, algo que ya ha sucedido en varias ocasiones, y además, alrededor de medio centenar de las más de 400 obras presentadas compartieron idéntico origen.
El relato ‘Un calor parecido’ de Valentín Cacault, afincado en Buenos Aires, fue el elegido por el jurado del certamen, que cumplió su edición número 26 y que sigue afianzando su carácter internacional. De hecho, hubo obras de 24 países diferentes. El segundo premio, dotado con 1.000 euros, recayó en la obra ‘Los incompletos’ de Santiago Casero de Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Y, además, el premio al mejor relato monegrino, que recibió otros 1.000 euros, fue para el malagueño Roberto Carlos Gallego por su relato ‘El cartujete’.
La consejera comarcal de Cultura, Sara Pareja, fue la encargada de entregar el primer premio al escritor argentino, Valentín Cacault, que viajó exprofeso para la ocasión desde Buenos Aires. El galardón está dotado con diploma y 2.000 euros. Tras recibirlo, el escritor e ilustrador se mostró entusiasmado, por el reconocimiento que ha alcanzado el certamen y por haber tenido la oportunidad de «conocer una comarca, Los Monegros, a la que seguramente no hubiera venido si no hubiera sido por la literatura». También dijo sentirse «agradecido y muy emocionado».
Desde hace doce años, el autor se dedica a la escritura de cuentos y además, destaca por ser el productor del ciclo literario Golos y formar parte del grupo de autores ‘Fuego Amigo’. Ahora mismo, como ilustrador, está además inmerso en un proyecto propio dedicado a pintar la vida de Pinocho después de la muerte de Geppetto, imaginando como serían sus ganas u obligación de convertirse en un adulto.
Según detalló el autor, el relato ganador, que tituló ‘Un calor parecido’, narra la historia de una familia, que está compuesta por madre, padre e hija, a la que regalan un conejo, que se une al perro que ya tenían. La llegada del nuevo integrante «es la gota que colma el vaso de una pareja ya desgastada», según detalló.
Por su parte, el jurado destacó de su obra varios aspectos, entre ellos, «las imágenes poderosas, inolvidables, que nos proporcionan unos personajes que parecen sacados de un libro de Raymond Carver, además del ritmo ágil y trabajado de sus diálogos que consigue que no se pierda el interés en ningún momento».
Foto de familia de premiados, organizadores y miembros del jurado.
El ganador del segundo premio de la categoría general, Santiago Casero, autor de siete novelas y cinco libros de relatos, no pudo asistir a la gala y en su lugar, recogió el galardón el escritor Laureano Debat.
El malagueño Roberto Carlos Gallego sí puedo acudir a la velada organiza y recoger su galardón de manos del alcalde de Villanueva de Sijena, José Jaime Castellón. El malagueño dijo sentir «muchísima ilusión, porque detrás del relato hay una labor de documentación enorme y que ese trabajo se vea recompensado lo agradezco mucho».
El relato gira en torno a la Cartuja de Las Fuentes, ubicada en Sariñena, y parte de su fascinación por el personaje de fray Manuel Bayeu, integrante de la orden y autor de sus maravillosas pinturas murales. La trama comienza en 1834 y tiene como protagonista a un discípulo, un cartujo que procede de Lanaja y que quiere descubrir quién es su verdadero padre.
Roberto Carlos Gallego ya ha recibido otros reconocimientos destacados como el primer premio en el XXVI Certamen literario ‘Vigía de la Costa’ en 2023 y además, ha publicado relatos en diversas revistas. El próximo mes sale a la luz un libro colectivo en el que participa con su relato ‘Anélidos y nematodos’.
Imagen de la presentación del libro de Cristina Grande.
Cristina Grande presentó su último libro
La velada tuvo además como protagonista a la escritora Cristina Grande, natural de Lanaja y miembro del jurado del certamen, quien presentó su último libro, ‘Diario del asombro’, donde hace una recopilación de sus columnas semanales en el Heraldo de Aragón entre 2019 y 2022.
El escritor Óscar Sipán, también miembro del jurado, fue el encargado de presentar la publicación, en la que aparece un compendio de la propia vida de la autora: excursiones, lecturas, paisajes, familia y ausencias. Y todo narrado «a través de frases sencillas e íntimas, que te alcanzan», dijo Sipán, reconociendo la capacidad de la autora de hacer grande lo pequeño y encontrar belleza en lo cotidiano. Y es que «no se trata de alargar la vida sino de ensancharla», añadió.
Cristina Grande también describió su propia publicación, señalando que es una suma de pequeñas cosas, «como la sémola en una sopa», dijo. Y, además, explicó que todo lo que ella ha vivido y contando es «la memoria de lo heredado», es decir, de lo experimentado y trasmitido por las personas con las que ha convivido. A presentarlo, suma su capacidad de mirar con admiración y extrañeza el día a día. Y, en relación ello, la escritora aseguró que «la capacidad de asombro nos hace mejor persona, nos aparta de los extremismos y la polarización, y nos acerca a las pequeñas cosas».
La escritora rememoró además sus recuerdos de infancia en Villanueva de Sijena junto a sus tíos y primos, que nacieron en una parte de la casa de Miguel Servet, actualmente restaurada y convertida en museo abierto al público. También habló de su «melancolía monegrina» y se mostró «orgullosa» de sus raíces. «La sangre monegrina es más espesa, porque llueve poco, somos pocos, y todo es más intenso aquí», dijo, mostrándose absolutamente enamorada de su tierra.
El acto contó además con la participación del grupo ¡Ensemble Monegros’, Orquesta de Pulso y Púa que nace de un proyecto en 2023 de la mano de sus fundadores y profesores, Raúl Huerva y Miguel Ángel Cruz, músicos de amplia trayectoria en la docencia. El fin es promover este proyecto a todos los músicos de la comarca que tengan ilusión por conocer todo el potencial de los instrumentos de pulso y púa (Bandurria, laudes tenor y contralto, guitarra, bajo y percusión) a través de conferencias, talleres o conciertos.
