Tardienta ha vivido este miércoles una jornada histórica. Por primera vez, el equipo local ha compartido terreno de juego con un club de Primera División, el Getafe. Ha sido un día de emoción y alegría, aún sabiendo lo complicado de batir a un rival que está cinco categorías por encima. La distancia entre ambos explica el resultado (0-12) y, al mismo tiempo, lo excepcional del encuentro visto en el Alcoraz. La victoria ha sido para los madrileños, muy superiores, pero la fiesta y el hito para los monegrinos.
De hecho, son ellos los que podrán presumir de ser el único equipo monegrino en medirse a un Primera. Y, además, podrán contar que salieron con valentía, que lucharon hasta el final y que contaron con el apoyo de todo un pueblo. La práctica totalidad de los vecinos del municipio ha estado este miércoles en las gradas del Alcoraz.
El equipo ha sido un espejo de su afición, comprometido y audaz. De hecho, ha salido valiente, quizá demasiado, tanto en el inicio de la primera parte, con un 4-4-2, como en el arranque de la segunda, cuando el electrónico ya indicaba un claro 0-5. Y eso habla en favor de un equipo que lo ha dado todo, exhibiendo corazón y nobleza. De hecho, y como ejemplo, los 45 primeros minutos se han cerrado con tan solo dos faltas de los locales por ocho de los visitantes.
La superioridad del rival ha sido evidente demasiado pronto. El primer gol, obra de John Patrick, ha llegado en el minuto 7 y el resto, en cascada, como la propia lluvia caída sobre el terreno de juego, ligera, pero constante, hasta calar en el ánimo de los monegrinos y finalmente, ahogar las ilusiones de su sueño copero.
La afición se ha mantenido en pie hasta el final, sin dejar caer al vacío a los suyos, celebrando cada acción de mérito: un saque de banda, un despeje o una parada de su portero, Diego Pardo, que ha realizado valiosas intervenciones. Para elevar los ánimos, jugadores y aficionados han contado con la incombustible Charanga de Tardeinta, artífice de la fiesta fuera y dentro del estadio. Lo mejor ha sido la previa, con coreados cánticos y bufandas al viento.
‘La hoja del pino’, principal pieza del dance de Tardienta, ha sonado en los momentos más importantes de la histórica jornada. De hecho, ha servido para recibir a los jugadores y después, para animar el inicio de cada una de las dos partes del encuentro. También ha habido palmas y cánticos desde la grada, constantes hasta la llegada del décimo gol. Los dos dígitos han cambiado la situación, y por primera vez, se han escuchado silbidos y reproches dirigidos al Getafe. Pero solo han durado unos minutos, ya que justo después ha llegado una buena acción del capitán, Javier Fraile, que ha vuelto a situar a cada uno en su sitio. Al Getafe, en una liga muy superior, y al Tardienta, en la bonita oportunidad de vivir el sueño de la Copa. Además, el centenar de aficionados del equipo madrileño ha respondido al grito de “¡Tardienta, Tardienta!”.
Al finalizar el encuentro, la afición ha salido como ha entrado, al ritmo de la charanga, sabiendo que el premio era jugar contra un Primera. El encuentro, que ha reunido a unos 2.000 espectadores, ha comenzado con un minuto de silencio en recuerdo del joven Jorge Oliva, natural de Tardienta y fallecido en Filipinas. El joven había completado varias pretemporas con el equipo monegrino.