La sociedad Eólica la Sierra, del Grupo Enhol, está inmersa en la instalación de tres nuevos aerogeneradores en el parque eólico de Robres. La inversión ronda los 6 millones de euros y de cumplirse lo previsto, los trabajos en marcha culminarán entre marzo y abril de este año.
Inaugurado en el año 2007, el parque eólico pasará de 13 a 16 aerogeneradores y aumentará su potencia de 24 a 30 megavatios (MW), aprovechando la subestación y las líneas de evacuación ya existentes, según explicaron fuentes de la empresa. El parque está situado en la sierra de Alcubierre.
La potencia de cada uno de los tres nuevos aerogeneradores es de 2 megavatios. Aunque su explotación no generará nuevos puestos de trabajo, las obras en marcha emplean a entre 50 y 60 personas.
En la actualidad, el parque eólico reporta al ayuntamiento unos ingresos anuales de alrededor de 100.000 euros, que, según indica la alcaldesa del municipio, Olga Brosed, favorecen el mantenimiento de los servicios así como el desarrollo de importantes proyectos. «Al disponer de fondos propios, podemos aspirar a un mayor número de subvenciones y acometer nuevas actuaciones, haciendo frente a la aportación municipal así como a posibles imprevistos o sobrecostes», indica la primera edil. Así, dentro de sus próximas inversiones, y echando mano de fondos propios, tienen previsto remodelar el bar social de la Tercera Edad o acondicionar el entorno de las piscinas y el campo de fútbol. En su día, los ingresos del parque eólico ya permitieron la construcción del gimnasio spa de Robres, del que forma parte la única piscina climatizada de Los Monegros. Los mismos fondos son fundamentales para su mantenimiento.
Además de favorecer a las arcas municipales, el parque eólico también suma al Plan para la Recuperación de la Sierra, que, entre otras actuaciones, ha servido de forma reciente para completar la conversión de dos antiguas parideras de ganado en casetas de monte de uso público. La inversión ha sido de alrededor de 45.000 euros. El Plan para la Recuperación de la Sierra se nutre de los impuestos aplicados a las actividades económicas que se desarrollan en esta zona, entre las que figuran las explotaciones agrícolas y ganaderas o el propio parque eólico.