El lobo atropellado a principios de este mes de abril en Alcañiz era el ejemplar que llevaba seis años moviéndose por la comarca de Los Monegros. El animal –un macho adulto de la subespecie itálica- fue detectado en 2017 y desde entonces, había protagonizado numerosos ataques a rebaños de ovino y caprino.
Las muestras biológicas que determinan su identificación fueron extraídas del cadáver del ejemplar y después, enviadas a la Universidad Autónoma de Barcelona a través del departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón.
Todo parece indicar que el animal llegó en febrero al Bajo Aragón y que convivió con la hembra identificada en la zona. De hecho, el 9 de marzo las cámaras de fototrampeo de la DGA habían detectado ya a dos lobos en la zona, un macho, que sería el de Los Monegros, y una hembra de la especie ibérica. También se sabía que los últimos ataques ocurridos en la zona habían sido obra de dos animales. Precisamente, y a través de las heces analizadas, se confirmó que el ocurrido los días 11 y 12 de marzo en Valmuel –pedanía de Alcañiz- había contado con la participación de una hembra de raza ibérica y un macho de raza itálica. El ataque se saldó con 15 ovejas muertas y más de 20 heridas.
En Los Monegros, nada se sabía del lobo asentado en la zona desde el pasado mes de septiembre, cuando protagonizó una serie de ataques consecutivos en las inmediaciones de la localidad de Robres. En total, mató a 36 ovejas.
Los primeros ataques del animal se produjeron en las localidades monegrinas situadas en la provincia de Zaragoza y después, se fueron extendiendo a otras poblaciones localizadas más al norte como Tardienta, Torralba o Robres. En noviembre de 2022, Gonzalo Sobradiel, vecino de Zaragoza, se topó con el ejemplar y logró fotografiarlo en una finca agrícola de Leciñena.