El secadero de cereales Santiago de Grañén ya ha recuperado su actividad productiva después del incendio que tuvo lugar el pasado martes en sus instalaciones y que calcinó dos de las últimas tres naves de almacenamiento construidas. También se vieron afectadas algunas instalaciones secundarias así como una parte de su maquinaria agrícola.
El fuego, que comenzó en la pista de almacenaje, destruyó toneladas de producto, que el pasado lunes, día 24, comenzaron a ser retiradas, con el fin de volver de forma paulatina a la normalidad. Tan solo una jornada después, se puso además en marcha la fábrica de forrajes, tras completar una serie de pequeñas reparaciones y revisar su correcto funcionamiento, según ha detallado el gerente de la Sociedad Agraria de Transformación (SAT), Mariano Ordás.
«Hemos recuperado nuestro nivel de producción, gracias al esfuerzo conjunto de trabajadores y socios, que han tenido un papel fundamental frente al siniestro», ha dicho. De hecho, y como ejemplo, todavía son varios los que siguen realizando aportes diarios de agua al almacén que continúa en combustión. «Han seguido colaborando cada día, incluyendo fines de semana y festivos, y lo harán en las próximas semanas, que es el tiempo que calculamos que tardará en extinguirse el material almacenado», ha indicado Ordás.
Desde la SAT, subrayan el gran esfuerzo realizado por las personas que con sus propios medios y de forma desinteresada colaboraron en la extinción del fuego. «A los 20 minutos de iniciarse, ya había en la zona varios socios con tractores y cubas dispuestos a colaborar en la lucha contra el fuego. Y lo hicieron durante toda la noche, evitando que las llamas alcanzaran otras instalaciones e, incluso, deteniendo su avance hacia explotaciones ganaderas cercanas o la propia carretera que une Grañén y Huesca», señala Ordás. «Nos sentimos profundamente agradecidos por su rápida y eficaz respuesta», añade, alabando un gesto que demuestra el gran valor social de esta empresa, que está integrada por alrededor de un centenar de socios de una veintena de localidades.
«Hemos vuelto a comprobar que nuestra principal fortaleza está en la unión», ha señalado. La SAT también quiere agradecer el esfuerzo realizado por los servicios de emergencias, entre ellos, bomberos y Guardia Civil, así como el apoyo y colaboración institucional, destacando al Ayuntamiento de Grañén, la Diputación Provincial de Huesca y la Comarca de Los Monegros.
Tras el incendio, y durante el breve tiempo de inactividad, la SAT ha contado además con la colaboración de la Cooperativa Virgen de la Corona de Almudévar, donde han desviado para su transformación el producto de socios y agricultores que debían procesar en sus instalaciones. La medida ha permitido salvaguardar la actividad diaria de los profesionales.
Los planes de la empresa pasan por la demolición y reconstrucción de los dos almacenes siniestrados, haciendo uso de las pólizas contratadas, con el fin de seguir dando continuidad al plan de mejora y ampliación impulsado desde 2020. La inversión del último periodo, incluyendo el año en curso, ronda los 2,6 millones de euros.
A lo largo de las próximas semanas, y como símbolo de su apuesta por seguir mirando hacia el futuro, tendrá lugar la inauguración de su nuevo parque fotovoltaico de 800 kilovatios y después, coincidiendo con la llegada del otoño, el resto de mejoras y modernizaciones en curso, entre ellas, las relacionadas con la línea de forrajes.