A través de su asamblea extraordinaria y por unanimidad, el secadero de cereales Santiago de Grañén ha aprobado un nuevo plan de inversiones valorado en más de un millón de euros, que incluye mejoras en su línea de deshidratación así como la construcción de un parque fotovoltaico de 800 kilovatios.
Además de optimizar recursos y reducir costes, apostando por las energías renovables y la modernización de sus instalaciones, las actuaciones previstas buscan incrementar su capacidad de trabajo con el fin de absorber el aumento de la producción agraria previsto en la zona norte de Los Monegros, donde ya están en marcha varios proyectos de modernización que llegarán a duplicar el volumen de trabajo de las empresas de transformación del territorio.
Así, en lo que respecta a la línea de deshidratación, está previsto instalar un nuevo tubo de enfriamiento, que permitirá incrementar la producción actual hasta las 24 toneladas a la hora así como mejorar la calidad del producto final, según ha detallado el gerente del secadero de cereales Santiago de Grañén, Mariano Ordás. En este caso, la inversión será de 540.000 euros y de cumplirse lo previsto, entrará en funcionamiento el próximo mes de abril.
La actuación se une a las inversiones ya ejecutadas en esta misma línea de producción, con la reciente adquisición e instalación de una nueva prensa empacadora y la renovación del sistema de automatización de la fábrica deshidratadora. A lo largo del pasado año, también se procedió a la construcción de un vial de acceso al secadero y además, entraron en uso las nuevas zonas de almacenaje con el fin de ampliar la capacidad de recogida del producto. La inversión de los dos últimos años ha rondando los 1,1 millones.
Placas solares para autoconsumo
Por otro lado, y con el fin de reducir la factura eléctrica y apostar por la producción de energía verde, los socios del secadero monegrino aprobaron la construcción de un parque fotovoltaico, que tendrá una potencia de 800 kilovatios. En una primera fase, se destinará al funcionamiento de sus propias instalaciones y en total, permitirá cubrir una tercera parte de la energía que consumen. Más adelante se plantearán la posibilidad de vender excedentes. Las placas se instalarán en unas fincas laterales, que están situadas junto a la fábrica y que forman parte de la partida Mocorón. Las parcelas fueron adquiridas de forma reciente. El proyecto, que apuesta por la sostenibilidad, supone una inversión de alrededor de 450.000 euros. El objetivo es que esté en funcionamiento entre mayo y junio de este 2023.
Al margen de las nuevas inversiones, la última asamblea extraordinaria también permitió aprobar la reactivación y regulación de la sección de crédito de esta sociedad agraria de transformación, que volverá a cumplir su función de banco después de casi ocho años de inactividad.