Las voces de Emma Cucalón y Javier Barrieras realzaron ayer el momento en el que los pasos del Nazareno y La Dolorosa fueron colocados frente a frente bajo el balcón consistorial en la plaza de España de Sariñena. De nuevo, la procesión del Encuentro resultó emotiva, aunque se notó la ausencia del grupo local de tambores y cornetas, al que la pandemia ha privado de la posibilidad de preparar con tiempo suficiente su participación en la Semana Santa. La formación confía en regresar a las calles el próximo año.
Para acompañar ambos pasos, la procesión contó con la participación de los integrantes de la Cofradía de la Sangre de Cristo, que completaron el recorrido habitual de la mano del párroco local, José Ignacio Martínez, y con el rezo del Vía Crucis. Durante el encuentro entre Madre e Hijo y al finalizar, de vuelta a la iglesia, los asistentes disfrutaron del sentimiento que siempre brota de la garganta de Emma Cucalón y de la fuerza del veterano jotero Javier Barrieras, que, aunque lleva muchos años alejado de los escenarios, demostró pasión y buen hacer, dejando claro el origen de las cualidades heredadas por su hijo.
En Sariñena, los actos arrancaron ya el pasado sábado, día 9, con la celebración de la eucaristía y la lectura del pregón, que corrió a cargo de la maestra ya jubilada Puri Casasnovas. También se celebró la habitual procesión y misa de Domingo de Ramos. Por delante, restan las procesiones del Santo Entierro (Viernes Santo, 19.00 horas) y el Resucitado (Domingo de Pascua, 11.00 horas). Para la primera, se quiere volver a contar con la participación de Emma Cucalón y Javier Barrieras.
A pesar de la ausencia del grupo local de tambores y cornetas, Sariñena mantiene todas sus procesiones, gracias a la labor de los integrantes de la Cofradía de la Sangre de Cristo, cuyo prior es Rafael Alastrué.