La pastorada está interpretada por el mayoral (que suele ser el director del dance) y el rabadán o repatán (zagal ayudante), quienes representan al pueblo llano; las mudanzas o bailes con palos, espadas y otros elementos corren a cargo de los danzantes y en su caso, los volantes, que son los integrantes más jóvenes; los generales o capitanes moro y cristiano (también embajadores) son los que están al frente de los ejércitos que representan la lucha; y el Ángel y el Diablo en la pugna entre el Bien y Mal. No es igual en todos los dances, pero es así en rasgos generales. Algunos pueden incorporar además otras figuras importantes, entre ellas, el palanquero, que porta el mástil para el baile de las cintas, o en el caso de La Almolda, los bailarines, que se colocan uno a cada extremo del grupo de danzantes. También es fundamental la participación de los músicos. En la mayoría de los cosas, los dances monegrinos cuentan con gaiteros, pero también hay formaciones con la participación de dulzaineros, tambores y banda.