“;Esperancita”; es el nombre de una colección de joyería lanzada con una misión: contribuir a llenar las despensas de aquellos que más están sufriendo con la crisis económica derivada de la covid-19.
Mari Carmen Morillo, vecina de Sariñena, decidió impulsar esta iniciativa al contemplar «con tristeza e impotencia» las cada vez más largas “;colas del hambre”;. «Los autónomos también estamos pasando por una situación delicada y por lo tanto, es complicado hacer grandes donaciones, lo que me llevó a pensar en un proyecto que fuera capaz de generar recursos y me diera los medios para colaborar», explica. Y así surgió “;Esperancita”;.
La colección incluye pendientes, colgantes, anillos, pulseras o llaveros, cuya imagen principal es una niña de cara sonriente. El 20% del beneficio de cada pieza se destinará a la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), que, a través de los 54 bancos asociados, cubre las necesidades básicas de más un millón y medio de personas.
Para dar forma a las piezas, que combinan plata y aluminio, Morillo ha contado con la colaboración de la empresa monegrina Carpintería Metálica Villanueva. También ha recurrido a otros proveedores aragoneses para nutrirse del resto de material necesario.
Las piezas van de los 27 a los 49 euros y ya están a la venta en el establecimiento de esta emprendedora monegrina, CAM Joyería Aretesana, ubicada en Sariñena, así como a través sus redes sociales o por correo electrónico. Todas las piezas incluyen una tarjeta con la descripción del proyecto.
Morillo asegura sentirse «muy satisfecha» con esta iniciativa, que permitirá que «todo aquel que lo desee pueda hacer un regalo especial y, al mismo tiempo, aportar su granito de arena a un fin solidario». «Los autónomos no estamos para poder donar mucho dinero, pero lo que sí podemos hacer es trabajar más si cabe, reinventarnos y crear nuevas iniciativas para que nuestro trabajo se transforme en dinero y ese dinero pueda llegar a aquellos que tanto lo necesitan en este momento», reitera.