El mundo de la jota ha perdido a uno de sus grandes exponentes en el Alto Aragón, Ángel Jiménez López, que ha fallecido a los 69 años de edad y que residía en la localidad monegrina de Grañén. El cantador, maestro y folclorista dejó su impronta en este municipio, donde dirigió durante casi una década al grupo de canto femenino Cantares a Granel. También fue profesor de la Escuela Municipal de Jota de Grañén y estuvo al frente del grupo folclórico El Rebalsal de Montesusín.
En 1988, Ángel Jiménez consiguió el Primer Premio del Certamen Oficial de Jota de Zaragoza, después de haber sido reconocido de forma individual o en dúo en otros concursos destacados como los organizados en Ansó, Tarazona, Sariñena, La Almunia de Doña Godina o Sariñena. Y, entre otros homenajes, fue reconocido con el Cachirulo de Honor de Calatayud.
El folclorista dirigió numerosas escuelas de jota y grupos folclóricos o corales en diferentes localidades de la provincia de Huesca, donde fue además reconocido como letrista. Por ejemplo, fue el autor del himno del Club Deportivo Grañén y además, compuso diferentes piezas alusivas al municipio durante su etapa en el grupo Cantares a Granel, entre ellas, la Habanera del Capitán Santiago. «Vamos a recordarlo con gran cariño, por sus enseñanzas, su talento y sus letras», señalan desde la formación. Además de Montesusín y Grañén, también dio clases en Robres, Lanaja o Villanueva de Sijena.
Aunque nació en Larache (Marruecos) en 1954, Ángel Jiménez, hijo de un castellano y una andaluza, se trasladó a la edad de 5 años a la ciudad de Huesca, de la que ya nunca se separó. A los 9 años inició su formación musical con la guitarra y a los 25, surgió su interés por la jota de la mano de Carlos Vidal Berges, lo que le llevó a formar parte de varios grupos folclóricos, participar en certámenes y hacerse un hueco como letrista. Ángel Jiménez era militar retirado. Además de un apasionado del folclore, era un gran lector.