No cabe duda de que si pudiésemos demostrar que fray Manuel Bayeu murió en nuestra cartuja, y que sus restos descansan en el patio del claustro grande, cerca de los muros que él decoró, la importancia del conjunto sería mayor.
Al no aparecer su partida de defunción, tanto la fecha como las circunstancias de su muerte, son una incógnita sobre la que solo podemos hacer hipótesis apoyándonos en los datos que se han podido recoger.
En una relación de cartujos muertos durante la Guerra de la Independencia que hay en la carta capitular de la cartuja de Ara Cristi, fechada el 18 de abril de 1815, aparece fray Manuel Bayeu como fallecido. Es el único documento encontrado hasta hoy en el que consta su muerte.
Hay un testimonio de los hermanos Gascón de Gotor, que en 1890-1891 relataron que se decía que había sido asesinado por los franceses en el Segundo sitio de la ciudad de Zaragoza, que terminó en febrero de 1809. Pero no se ha encontrado su partida de defunción en los decesos de las parroquias de Zaragoza.
José Ignacio Calvo, que estuvo de forma reciente en Sariñena con motivo de la Tertulia Cultural sobre La Cartuja de Las Fuentes y la Pintura de Fray Manuel Bayeu, contestando a una de las preguntas que le hicimos al respecto, respondió que él sitúa la muerte del pintor en Zaragoza hacia 1809.
En la visita guiada con motivo de la Romería Ciudadana, el pasado 30 de junio, pudimos oír a la guía la fecha de 1814 como probable de su fallecimiento.
En el trabajo más reciente sobre los hermanos Bayeu, presentado en marzo de este año, el catedrático Arturo Ansón Navarro, nos ofrece nuevos datos que le llevan a considerar que fray Manuel Bayeu moriría en la Cartuja de La Fuentes a comienzos del año 1809. Veamos cómo lo fundamenta.
Fray Manuel llega a la Cartuja de Las Fuentes, tras su estancia en la cartuja de Valldemosa, antes de la mitad de septiembre de 1806. Desde la primavera de 1808, con la ocupación francesa y el estallido de la Guerra de la Independencia, comienzan la violencia, las dificultades y los trastornos para los cartujos de su comunidad. Nuestros monjes tuvieron que abandonar su cartuja tras el decreto de José I Bonaparte del 11 de febrero de 1809, que suprimía las órdenes religiosas al norte del Ebro y al resto de España el 18 de agosto. Los cartujos se dispersaron, unos hacia Zaragoza y otros hacia sus lugares de origen, donde tenían familiares. A partir de este momento, ya nada sabemos en concreto de fray Manuel.
El pintor Narciso Lalana y el escultor Tomás Llovet vivieron en Zaragoza los dos Sitios. Conocieron y trataron a dos cartujos destacados de Las Fuentes en los años siguientes a la Guerra de la independencia: el padre José Solanas, procurador de la Cartuja de Las Fuentes, y el padre Tomás López, monje en Aula Dei y en Las Fuentes, que ocupó diversos cargos y prelaturas. Lalana y Llovet, directores de la Real Academia de San Luis de Zaragoza, en el catálogo de pinturas y esculturas de la misma, redactado el 29 de abril de 1828, dicen que “Fray Manuel murió en la Cartuja de Las Fuentes el año 1809”.
El doctor y catedrático D. Arturo Ansón ha localizado tres documentos, manuscritos en una misma hoja de papel, en el archivo de la Real Academia de San Luis de Zaragoza, importantes para reforzar la hipótesis que defiende (Documentos del fondo documental de 1814, leg.1814, caja 3). El 14 de agosto de 1814 el padre José Solanas, como procurador y presidente de la Cartuja de Las Fuentes, solicitaba a la Academia de San Luis la devolución de una serie de cuadros que pertenecían a la cartuja oscense, y que por orden de las autoridades francesas ocupantes habían sido trasladadas a Zaragoza, primero al convento de San Pedro Nolasco y después, la mayor parte de ellos “se condugeron a las salas de la Rl. Academia de Sn. Luis, donde se hallan, y a fin de que, con arreglo a las órdenes de S.M., se le entreguen quantos existan, satisfaciendo el coste de su conducción”. Al día siguiente, don José Supervía, vicepresidente de la Academia, daba orden de entrega a fray Josef Solanas “de los quadros que acredite pertenecer a su monasterio, y con arreglo en lo demás a lo que tiene acordado la Junta de la Academia”.
En efecto, el 16 de agosto de 1814, fray Josef Solanas firmaba el recibí, manuscrito por él mismo, de los cuadros que había podido demostrar que pertenecían a la Cartuja de Las Fuentes: “He recibido 34 cuadros de la Vida de Nuestro Santo Padre, uno con marco dorado de N.S. Sn. Josef y el Niño, otro de de Sn. Cosme y Sn. Damián con marco dorado, otro de la adoración de los Reyes con marco dorado, otro de Ntra. Sra. Del Pilar con marco dorado. Una pechina de Santa engracia, otro de Sn. Simón de Rojas, otro de Ntra. Sra. de los Dolores con su amantísimo hijo en los brazos, todos que me entrega el Sr. D. Buenaventura salesa, y Dn. Josef Vayas, conserge de la Rl. Academia de Sn. Luis de la Ziudad de Zaragoza en 16 de Agosto de 1814. Fr. Josef Solana (rubricado)”.
De este importantísimo documento, se deduce que un buen número de cuadros de la Cartuja de Las fuentes habían sido trasladados a Zaragoza a comienzos de la ocupación francesa, entre ellos, 34 cuadros de la Vida de San Bruno pintados por fray Manuel Bayeu para decorar los muros del claustrillo de las capillas, y otros que, muy posiblemente, fueran también obras de fray Manuel. La pechina de de la iglesia del monasterio de Santa Engracia de Zaragoza era, evidentemente, obra de su hermano Francisco Bayeu, que se la habría regalado como modelo a Manuel al marcharse de Zaragoza en 1763. El contacto esos días del padre Solanas con el pintor Buenaventura Salesa, director de pintura de la Academia, con Tomás Llovet, director de Escultura de la misma, y con otros individuos y profesores de la misma con motivo de esa localización y entrega de los cuadros, les llevaría a hablar en sus conversaciones de fray Manuel Bayeu, a quien conocían, de sus pinturas, y sin duda, de su fallecimiento solo cinco años antes. Es decir, la Academia de San Luis de Zaragoza tendría por entonces noticias fidedignas del fallecimiento del pintor cartujo y del lugar y año del mismo.
El padre Tomás López, que ingresó como novicio en 1798 en Aula Dei, fue prior de Las Fuentes entre 1818 y 1819, vicario de Aula Dei en 1825-1826, y procurador en 1832; “persona ejemplar y docta”, hacia 1830 comunicó a D. Valentín Carderera por escrito importantes datos biográficos sobre Goya, sobre sus obras en Zaragoza, sus relaciones con su cuñado Francisco Bayeu y las pinturas de Goya en la iglesia de la Cartuja de Aula Dei; esos datos los publicó el conde de la Viñaza en su obra sobre Goya de 1887. El padre López conoció y trató a fray Manuel Bayeu, tenía conocimientos artísticos, y conocía también a Llovet y a Lalana. Sería otro informador preciso sobre fray Manuel Bayeu y el lugar y fecha de su muerte. El padre López no falleció hasta 1857, siendo sacerdote secular desde la exclaustración de 1835 hasta su muerte.
Todo esto lleva a considerar a D. Arturo Ansón Navarro, doctor y catedrático de historia del arte, que los datos de Llovet y Lalana de 1828 deben ser los correctos; es decir, que fray Manuel Bayeu moriría en la Cartuja de Las Fuentes en 1809, a comienzos de ese año. De haber muerto en Zaragoza, tanto Llovet como Lalana lo hubieran indicado así en su catalogación.
Fray Manuel Bayeu y los monjes cartujos de Las Fuentes son un ejemplo de tenacidad, perseverancia y adaptación al duro terreno de Los Monegros, a su clima y a sus carencias. Así se cumplían los deseos de San Bruno, que quiso que su comunidad constituyera una unidad orgánica independiente con autonomía económica, aunque con el tiempo se fueron aceptando la explotación de propiedades rústicas y urbanas y las donaciones de los benefactores.
A finales de la década de 1760, comenzaría la decoración pictórica de las dependencias de la Cartuja de Las Fuentes por Fray Manuel Bayeu, que le ocuparían, con periodos de interrupción, hasta 1796; es decir, casi treinta años de su vida. Contó con la colaboración de ayudantes para las labores de preparación de soportes y pinturas, pero también debieron de intervenir en partes de sus pinturas que delatan mayor descuido. Sabemos que el pintor barbastrense Diego Gutiérrez, formado con Francisco Bayeu en Madrid, fue acogido en la cartuja por fray Manuel durante un periodo de tiempo en torno a 1766-1767, y colaboró con él. Después, tendría como ayudante a Pedro Martínez.
La decoración mural la iba realizando en los meses de temperaturas suaves y cálidas, desde abril hasta septiembre u octubre, pero no en los meses fríos de noviembre a marzo, pues el frío era malo tanto para el cuerpo del pintor y sus articulaciones como para el secado de las pinturas. Esos meses invernales los dedicaba fray Manuel Bayeu a pintar cuadros sobre lienzo, tanto para los altares de su cartuja como para encargos de otras iglesias y cuadros de devoción para particulares: “Yo pinto en la celda algunos cuadros para las celdas, y ago despacio en ellos lo que sé (…) Así he pasado el invierno hasta que pueda continuar en el claustrillo, que aún me faltan dos meses de buen tiempo y salud” (Museo del Prado, carta de fray Manuel Bayeu a Zapater 17.II.1787). Pero cuando el frío era intenso, ni aún eso podía hacer: “Yo pinto muy poco porque siento mucho frío, y ay muchos estorbos, y no tengo chico para moler (los colores) ni lo menester en la pintura” (carta de F.M.B. a Zapater del 5.II.1779).
Sabemos por las cartas de fray Manuel Bayeu, conservadas en el Museo del Prado, que tanto su hermano Francisco como Ramón le enviaban bocetos y/o dibujos que le ayudaban a componer o “idear” escenas para sus pinturas, en los que luego él cambiaba o añadía elementos simbólicos o alegóricos. También que a primeros de julio de 1775, aprovechando que estaba pintando en el Pilar, Francisco Bayeu realizó una visita a la Cartuja de Las Fuentes para ver a su hermano, al que no veía desde 1772 y que sin duda aprovecharían para comentar todo el proyecto pictórico, ideas, composiciones, lo que no sabemos con certeza es si Francisco pudo intervenir en alguna.
Respecto a que su cuñado Goya le mandase algún boceto mediante su amigo Martín Zapater, veamos lo que dice la carta del 22 de enero de 1777 que escribe Goya a Zapater: “ay te remito los apuntes que creo que es eso lo que me pide Clemente (Aranaz), y dile que mis demasiadas ocupaciones no me permiten más, y que es muy odioso el inventar para otro, a más que Fr. Manuel no necesita que otro le invente”.
Deseo fervientemente que la Cartuja de las Fuentes se salve y que no la lleguemos a ver como otros monumentos que se han venido abajo con enormes agujeros en las techumbres y escombros amontonados. Se lo debemos a las generaciones futuras y a todos los personajes que la hicieron posible, los monjes cartujos que le dieron sentido, los donantes que aportaron lo necesario para que fuera una realidad, Francisco y Ramón Bayeu que aportaron ideas y modelos para las pinturas, a todas las personas que llevan años intentando gestiones que hasta ahora no han podido dar resultado para que la propiedad pase a titularidad pública, y al respeto a Fray Manuel Bayeu (que pasó la mayor parte de su vida pintando en Monegros) y a toda su obra que merece ser conocida y contemplada por todos aquellos que no han tenido ocasión de entrar en el recinto, actualmente o en un futuro.
Alberto Lasheras.
Acompañamos el texto con una serie de imágenes del libro “Los Bayeu, una familia de artistas de la Ilustración”. (Arturo Ansón Navarro). Nº 29 de la colección “Mariano de Pano y Ruata”. En orden de aparición, pueden ver las imágenes de Francisco Bayeu, autorretrato de Ramón Bayeu, autorretrato de fray Manuel Bayeu, y La Virgen protectora de los cartujos.
Para contemplar la belleza de las pinturas murales de fray Manuel Bayeu les recomendamos, además del recorrido in situ, la visita virtual a través del enlace:
http://www.cartujadelasfuentes.com/visita_cartuja_fuentes.htm
Bibliografía:
(Para los que quieran profundizar en este tema)
-“Goya y los Bayeu a través de las cartas de Fray Manuel Bayeu”. (José Ignacio Calvo Ruata)
-“Los Bayeu, una familia de artistas de la Ilustración”. (Arturo Ansón Navarro). Nº 29 de la colección “Mariano de Pano y Ruata”.
Agradecimientos:
-A D. José Ignacio Calvo Ruata por la conferencia que dio en Sariñena sobre la Cartuja de Las Fuentes y las pinturas de Fray Manuel Bayeu, de la mano de la Tertulia Cultural del violinista José Porta.
-A D. Arturo Ansón Navarro por permitirnos, tan amablemente, utilizar su obra más reciente para extraer los datos e información para este artículo.