Fray Manuel Bayeu. Religiosidad y pintura

A través de este artículo, Alberto Lasheras relaciona la pasión de Fray Manuel Bayeu por la pintura y su decisión de  ingresar en la orden de los Cartujos. 

Manuel Bayeu Subías, el quinto de los nueve hijos que tuvo el matrimonio formado por Ramón Bayeu Fanlo y María Subías Domínguez, nació en Zaragoza el 8 de enero de 1740. Era seis años más joven que Francisco y cuatro mayor que Ramón.

 

Su formación escolar, al igual que su hermano Francisco, la llevaría a cabo con los escolapios y pudo estudiar algún curso de humanidades con los jesuitas. La muerte de su padre en 1755 y la de su madre en 1757, convierten a Francisco Bayeu, el hermano mayor, en el cabeza de familia y responsable de sus hermanos menores. Esta tarea no la abandonará mientras viva, y a través de la correspondencia que mantienen los hermanos Bayeu con Martín Zapater, vemos cómo se preocupa de su salud y de sus vidas.

 

Estos hechos hacen que Manuel ayude a su hermano en el taller con más intensidad para sacar la familia adelante. Todos los hermanos van a Madrid en 1758 al concederle a Francisco una pensión la Real Academia de San Fernando. Manuel y Ramón Bayeu fueron inscritos como alumnos el seis de octubre de ese mismo año. Poco duró este aprendizaje, ya que debido a diversos problemas todos regresan a Zaragoza. Allí, de 1759 a 1760, Manuel aprende y ayuda a Francisco en los importantes encargos pictóricos que tiene. Por la noche, dibujaba en la casa familiar, a la que acudían otros muchachos, futuros pintores, para perfeccionarse en el dibujo bajo la dirección de Francisco, cuyo estilo seguirá Manuel.

 

En los años de 1755 a 1760, los trabajos de Francisco para la cartuja de La Concepción y para la de Aula Dei, hacen que el joven Manuel vea de cerca la vida religiosa cartujana y se sienta inclinado a ella. Así el 3 de diciembre de 1760, Manuel ingresó como probante de donado en nuestra  Cartuja de Las Fuentes, siendo ya luego conocido en la vida religiosa como Fray Manuel Bayeu.

 

A los cartujos, como a otras órdenes religiosas, les interesaba tener artistas y artesanos entre ellos, capaces de trabajar en sus iglesias y edificios gratuitamente, ahorrándose todo el dinero que tendrían que pagar a otros artistas externos a la orden y contratados para realizar obras de arquitectura, pintura o escultura. Fray Manuel tenía todo un monasterio por pintar, ya que las celdas no las pudieron ocupar los monjes hasta 1756 y la iglesia que se edificó en lo sustancial a lo largo de la década de 1760, no fue terminada en su parte decorativa hasta 1777, siendo bendecida el 13 de septiembre de ese mismo año.

 

Estamos seguros de que a fray Manuel Bayeu le gustaba la pintura, pero ¿fue auténtica vocación religiosa lo que le movió a ingresar en la orden de la Cartuja?, ¿intentó con ello aligerar la carga familiar que soportaba su hermano Francisco y buscar una solución a su situación personal y a su futuro? Quizá se combinaron varios factores y motivaciones, porque Manuel tenía cabida en lo que sería la “empresa” de Francisco y Ramón Bayeu que cada vez tenían contratos más numerosos e importantes.

 

Nunca se quejó fray Manuel de su condición de religioso ni de la dura vida en el cenobio, si bien es cierto que se le permitió alguna libertad en la toma de algunos alimentos y bebidas que no estaban aceptados en la estricta vida cartujana. El día de la Asunción de 1762, hizo Manuel Bayeu la donación en nuestra cartuja. No se quedó como un simple donado, es decir, como un laico que prestaba servicios a  la cartuja sin hacer profesión religiosa, sino que perseveró en la vida monástica en los diez años siguientes, en que pasó a hermano converso o lego, haciendo su profesión solemne el 29 de junio de 1772.

 

Por tanto, de no haber estado convencido de su vida religiosa habría dejado la cartuja y la orden y se habría marchado con sus hermanos para dedicarse a la actividad de pintor. Así, desde 1772 fray Manuel Bayeu sería un cartujo con todas las consecuencias, y en Las Fuentes residiría ya la mayor parte de su vida, salvo una larga estancia que hizo en Mallorca, en la cartuja de Valldemosa y alguna más corta en la de Scala Dei por Tarragona.

 

La principal beneficiaria de su pintura fue la Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes (Sariñena), donde llegó a pintar unos dos mil metros cuadrados de pinturas murales en la iglesia, claustro, capillas y otras dependencias del cenobio, además de un elevado número de cuadros religiosos. Todo esto fue posible porque, aun a pesar de las limitaciones que la regla imponía a los religiosos legos, los sucesivos priores le concedieron libertad para dedicarse bastante tiempo a pintar, pues era la cartuja la primera interesada en beneficiarse de las dotes de fray Manuel para decorar el complejo monástico con sus pinturas. Pero también pintó para las otras cartujas aragonesas de Aula Dei y La Concepción, para iglesias y catedrales de Aragón, y para particulares con el permiso de su prior.

 

La Cartuja de Las Fuentes es un conjunto pictórico y arquitectónico que como patrimonio histórico y artístico, merece nuestro aprecio y cuidado y debe ser aprovechado con respeto e inteligencia como factor para la creación de riqueza y la generación de puestos de trabajo. El arte y la historia no son piedras y objetos inertes, sino un caudal colectivo que el talento y el empeño de los ciudadanos pueden dinamizar. En sus techos y muros tenemos la vida del más longevo de los hermanos Bayeu transformada en pintura, es nuestro deseo que permanezca entre nosotros y no se pierda.

 

Alberto Lasheras

 

Imagen: Cuadro titulado “San Bruno rechaza la mitra de obispo de Regio Calabria, por considerarse no merecedor de ello”. Museo Provincial de Huesca.

 

Bibliografía:

-“Goya y los Bayeu a través de las cartas de fray Manuel Bayeu” (José Ignacio Calvo Ruata).

-“Los Bayeu, una familia de artistas de la ilustración” (Arturo Ansón Navarro).

-“El Valor del Patrimonio” (Víctor Orcastegui)

AGENDA

Hasta el 9 de marzo

La exposición “Éxodo desde Ucrania. La mirada de las mujeres” en Tardienta. La muestra, que une fotografía y poesía, se puede visitar los domingos de 18.00 a 20.00 horas en la sala municipal. Más información.

 

 

12 de abril

II Trail de Los Torrollones. Este año, como novedad, habrá pruebas infantiles. Más información

 

25 y 26 de abril

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