Un total de 8.000 bikers ruedan ya por los caminos de Los Monegros. En esta edición, el territorio ofrece lo que se espera del conocido como ‘desierto vivo de Europa’: calor y polvo. A las 12.00, hora del arranque de la Maratón Orbea, el sol ha lucido con fuerza y los termómetros han marcado 27 grados en las inmediaciones del recinto ferial de Sariñena.
La salida ha presentado un ambiente inmejorable, con la coreada cuenta atrás y el lanzamiento de confeti. Antes, el público ha disfrutado de una exhibición de bike trial con dos campeones mundiales, Eloi Palau y Dani Comas. La edición de este año -la número 21- es una de las más animadas y festivas, ya que los ciclistas disfrutarán de música en vivo en varios puntos de avituallamiento y además, el grupo de dulzainas de Sena, junto a uno de sus cabezudos, animará el ascenso al refugio de Piedrafita.
De los 8.000 inscritos, 6.000 participan en la Maratón, de 118 kilómetros, y 2.000 en la Media Maratón, de 81. Hay ciclistas de prácticamente todos los rincones de la geografía española, y por supuesto, de varios países extranjeros. El titán de las maratones Ibón Zugasti ha sido uno de los rostros conocidos en la línea de meta.
Una de las zonas de caravanas está situada junto a la salida y meta.A los participantes, se suman acompañantes, público, voluntarios y organizadores, lo que hace un total de 20.000 personas, multiplicando por cinco el número de habitantes de Sariñena y revolucionando Los Monegros. Se calcula que su impacto económico es de 1,2 millones de euros.
Orbea Monegros no es una prueba competitiva. Cada uno asume un desafío personal o directamente, llega con el fin de sumarse a la aventura y, tal y como reza el lema de la prueba, decir ‘Yo estuve allí’. Los inscritos valoran especialmente la excelente organización, que corre a cargo de Orbea, Comarca de Los Monegros y Ayuntamiento de Sariñena, y por supuesto, el gran ambiente. De hecho, se presenta como una gran fiesta de la BTT. En su modalidad, la más multitudinaria de Europa.
Se calcula que los primeros llegarán poco antes de las 16.00 horas. Al finalizar, además de la gran comida popular, se entregarán una serie de reconocimientos a determinados valores como la superación o el compañerismo. María Torralba, vecina de Zaragoza, obtendrá el primero, tras superar un cáncer y dar un giro a su vida, enganchándose al deporte con ganas e ilusión.