Los vecinos del municipio de Grañén han utilizado este martes las redes sociales para mostrar su indignación contra la supuesta «inacción» policial frente a la conducta de un acosador reincidente. A sus mensajes de texto, han unido fotografías que fueron tomadas el pasado domingo y que muestran al hombre realizando otra pintada contra una de sus víctimas.
Durante el pasado mes de agosto, y tras la denuncia de dos mujeres del municipio, el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Huesca le impuso la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de sus víctimas y comunicarse con ellas a través de cualquier medio que le permitiese tener contacto escrito, verbal o visual. Ambas denuncias tuvieron lugar tras varios meses de acoso y hostigamiento, en los que el encausado se apostaba frente a las viviendas y lugares de trabajo de las víctimas y además, realizaba pintadas en las inmediaciones. A veces les declaraba su supuesto amor y otras, las atacaba.
El hombre (A.H.G.) incumplió la orden de alejamiento en dos ocasiones, una con cada víctima, y tras una larga temporada fuera de la localidad, reapareció a finales del mes de diciembre retomando algunas de sus hostilidades. A consecuencia, una de las víctimas volvió a denunciarle y además, dio aviso al ver la pintada realizada durante el pasado fin de semana.
La indignación vecinal ha estallado este martes después de que los vecinos fueran testigos de cómo varios efectivos de la Guardia Civil acudían el pasado lunes al domicilio del acosador y tan solo unas horas después, volvía a moverse con libertad por el municipio. Así, y utilizando las redes sociales, sus mensajes eran claros: «Basta ya! ¿Vais a hacer algo de una vez? ¿O vais a esperar a que pase una desgracia?» «¿Hasta cuándo va a permitir la Guardia Civil y la Justicia que este tipo campe a sus anchas, acose a alguna mujer y ensucie el municipio con pintadas?» o «Este es el artista; si lo ves llama al 062». Las publicaciones aparecen acompañadas de las fotografías del hombre realizando su última pintada.
El alcalde del municipio, Carlos Sampériz, ha confirmado el malestar de la población y del propio ayuntamiento. «Absoluta preocupación es lo que sentimos por el estado de dejación hacia el medio rural, ya que estamos hablando de un caso serio y que puede derivar en daños hacia las personas; no se puede permitir ni tolerar», ha indicado el primer edil, que reclama una mayor presencia policial y actuaciones contundentes. «Si no lo encontraron, ¿tan difícil era dejar una o dos patrullas en la zona?», se pregunta.
Para el alcalde del municipio, el principal problema está en la falta de efectivos destinados a la zona. De hecho, y como ejemplo, pone el propio cuartel de la localidad de Grañén, que debería contar con seis agentes, un cabo y un sargento y en la actualidad, está vacío. «Nos sentimos abandonados y olvidados; totalmente desatendidos», ha subrayado.